El expresidente Carles Puigdemont está trabajando en un “escenario B” en caso de que fracasen las negociaciones con el Gobierno. Sin entrar en más detalles, el político huido de la Justicia insiste en que no renuncia a la vía unilateral.
El eurodiputado desconfía de la mesa de negociación y destaca que “toca estar preparados para la siguiente pared que, seguro, nos prepara el Estado”. El muro al que hace referencia es el rechazo a la petición de los independentistas a celebrar un referéndum de autodeterminación.
Vía unilateral
“¿Alguien cree que el Estado se sentará a negociar amistosamente?”, ironiza Puigdemont, aunque espera que “ojalá sea este el camino”. Es entonces cuando, en una entrevista este lunes en Catalunya Ràdio, ha llamado a preparar un plan B, una alternativa “que no tuvimos preparada el octubre de 2017”, admite. La razón es que, según él, el Estado no permitirá una consulta por mucho que haya más del 50% de los catalanes que la pidan.
En este sentido, el expresidente ha insistido en que no se puede renunciar “nunca a la vía unilateral” porque considera que ”no es ilegítima” y ha vuelto a recordar el caso de Kosovo. Aun así, defiende que su apuesta es la de Montenegro que pudo decidir su relación con Serbia a través de un referéndum negociado.
"Lucha definitiva"
El líder independentista fugado tras el 1-O mantiene igualmente su llamamiento a la “lucha definitiva”, como dijo el pasado sábado en Perpiñán. “No es contradictorio el diálogo” con la movilización, matiza, sino que, para él “se retroalimentan”. “El sit and talk no puede ser un wait and see”, subraya.
Puidemont vuelve a insistir en que, de momento, la mesa de negociación “no es útil” hasta que no llegue a unos compromisos y estos “requieren unas condiciones”, en referencia al mediador. Sostiene que las negociaciones deben ser el "marco" para hablar cómo debe ser el referéndum de autodeterminación que exigen los independentistas, y debatir, la fecha, la pregunta, la fecha, y qué mayoría sería necesaria para que se aplicara el resultado y en cuánto tiempo se llevaría a cabo lo que salga de las urnas.
"Voces contradictorias"
Sobre el mitin de Perpiñán en el que se ninguneó a Artur Mas --que no habló tal y como estaba previsto-- y se abucheó a Junqueras, el expresidente niega la mayor. Asegura que él oyó aplausos ante la aparición del líder de ERC en las pantallas y sólo escuchó silbidos cuando se hacía referencia al Estado o la mesa de diálogo.
“Quisimos decir que todas las estrategias son válidas y legítimas si nos coordinamos y nos ponemos de acuerdo”, asevera e insiste en que “todos sabemos que hemos de coordinarnos” y no ir divididos, aunque “en el independentismo hay muchas voces y algunas muy contradictorias las unas con las otras”.
"Incoherencia"
El portavoz de los comunes, Joan Mena, ha respondido este lunes a Puigdemont y le advierte de que "el único escenario real es hacer que la mesa de diálogo funcione". Criticando la propuesta del plan B, remarca que sólo hay una alternativa real y efectiva para solucionar el conflicto: la negociación. "La unilateralidad, además de ser una vía fracasada, es incompatible con el diálogo. Dediquemos todos los esfuerzos no a vías fracasadas, sino a garantizar que esta mesa funcione", anima.
Mena reclama a JxCat que "salga de la saga 'procesista" y aclare si está comprometido con las negociaciones. "O se está al lado de la mesa de diálogo o se está al lado de los enemigos del diálogo", sentencia.