Mariano Gomà: "El resultado de la mesa de diálogo será igual a cero"
El presidente de Foro España, que este jueves entrega sus premios, aboga por actualizar la Constitución y advierte de que "en 2017 no había conatos violentos en Cataluña pero ahora sí"
19 febrero, 2020 00:00Este jueves se entregan los Premios Foro España de la Solidaridad y el Progreso en una ceremonia en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En esta primera edición, la entidad ha galardonado a personajes como el expresidente del Parlamento Europeo Antonio Tajani, el arquitecto Óscar Tusquets, el profesor César Bona y la doctora María Neira, así como la selección española de fútbol femenino y el programa polio-plus de la Fundación rotaria de Rotary Internacional. El presidente de Foro España, Mariano Gomà, habla con Crónica Global para explicar el objetivo de estos premios, adelantar cuáles son los próximos proyectos de la organización y analizar la actualidad.
-¿Por qué han instaurado los Premios Foro España?
-Uno de los motivos de existir de Foro España es que la sociedad tiene que cultivar, alimentar, fomentar y mejorar los valores que hacen que podamos vivir en paz, solidaridad y progreso en la sociedad. Cualquier pérdida de estos valores convierte el mundo en caos y en una salvaje lucha entre la gente. En Foro España consideramos que tenemos que alimentar los valores universales, los valores básicos, y por eso hemos instituido los premios y se los hemos otorgado a personas o instituciones que pensamos que están luchando por mantener valores básicos.
-Son personajes que consideran ejemplares en sus respectivos ámbitos profesionales.
-Antonio Tajani ha sido el presidente del Parlamento Europeo que ha mantenido una estructura convivencial en la eurocámara, en un momento en que necesitamos valores europeístas. Otro de los valores fundamentales es la educación, y César Bona en estos momentos está haciendo una magnífica labor de pedagogía para mejorar una educación que parece que en España se resiste --por muchos planes que hagamos de estudios--. Hay que fomentar el valor de la educación.
-¿El premio a Óscar Tusquets es un guiño a Barcelona?
-En estos momentos sabemos que Barcelona está pasando por una crisis como ciudad, no ya postindustrial sino postolímpica. Barcelona tiene que pelear para saber si se tiene que hacer mayor para el 2050. Premiar a estos arquitectos que pueden llevar a Barcelona a este nivel es otro valor a ensalzar.
-Otros valores transversales que destacan son la solidaridad, la igualdad de género y el cuidado del medio ambiente.
-Son todos valores universales básicos. Lo que pretendemos es poder premiar a gente que está trabajando muchas veces sin hacer demasiado ruido. Es el caso de María Neira con la OMS. Queremos que la sociedad se dé cuenta de que este mundo sobrevivirá por los valores de los ciudadanos, más que por la tecnología.
-¿La entidad pretende convertirse en un foro de debate?
-Si los debates son suficientemente ricos, pasas a ser un foro de influencia. Pretendemos ser un foro de la sociedad civil en el que llegar a conclusiones sobre cuestiones que afectan a las personas y transmitirlas a los responsables políticos para que de alguna manera intenten tomar cartas en el asunto. La sociedad está sufriendo y queremos ser canalizadores de ese sufrimiento para poder transmitirlo.
-¿Cuáles son los próximos proyectos de Foro España?
-Tenemos muchos proyectos. Además del problema en Cataluña, hay más asuntos graves en el conjunto de España. Uno de ellos es la corrupción. ¿Por qué no mejorar la transparencia entre administraciones y administrados para evitar el oscurantismo de las actividades gubernamentales? También tenemos una ley electoral injusta. Hay que estudiar bien qué proponer en este ámbito. La sociedad debe reflexionar y decirle al Gobierno desde un punto de vista transversal cuál sería la mejor manera de establecer una ley electoral que fuera más justa.
-Entonces, ¿más que ejercer de fiscalizadores del Gobierno de turno, pretenden hacer de correa de transmisión de las inquietudes de la sociedad civil al Estado?
-No queremos ser un movimiento constantemente crítico sino un reflejo de la actitud de los ciudadanos ante lo que esté pasando en cada momento. La España del 2020 no es la España del 78, por tanto, la Constitución española, que es absolutamente válida y vigente, 40 y pico años después hay que volverla a leer. En estos años España ha cambiado muchísimo.
-¿La Constitución necesita una actualización?
-Claro. La España de 2020 no se parece nada a la España del 78 y no se va a parecer nada a la España de 2050. ¿Por qué se está produciendo el abandono del centro del país? La España del 78 era más rural, menos desarrollada, y se admitía. Pero ahora la España vacía quiere tener las mismas ventajas y virtudes de la España llena. Por tanto, hay que reequilibrar la estructura territorial, las regiones, las CCAA... por la vía de la financiación, de las ayudas sociales, etc. Esto es un problema de la sociedad española. Pues vamos a trabajar ese problema para trasladar al Gobierno las medidas que consideramos que deberían implementarse para que la sociedad interior tenga un equilibrio mejor.
-¿Qué espera de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat?
-En términos algebraicos o matemáticos yo diría: mesa de diálogo igual a cero. Tengo que decirlo así de claro porque en una mesa de diálogo no se pueden sentar personas que hablan diferentes idiomas y sobre todo no se pueden sentar personas que no tienen nada de qué hablar. Porque unos pueden hablar de cuestiones técnicas de mejora de Cataluña y los otros van a decir que eso les importa un rábano y que quieren es la independencia y la amnistía. Entonces ya hemos acabado de hablar porque el otro lado de la mesa puede hacer concesiones, puede mejorar las relaciones o ser más empáticos pero tienen delante un gran florero que es la Constitución, y eso no se puede obviar.
-Así, ¿lanza un mensaje de tranquilidad a los que dicen que el hecho en sí de establecer una mesa de diálogo de este estilo ya es una cesión peligrosa al independentismo, un chantaje?
-Yo lanzo un mensaje de tranquilidad en cuanto que soy optimista en el sentido de que esa mesa de diálogo será igual a cero, no tendrá ninguna repercusión. Ahora bien, tiene dos ventajas: tanto para los independentistas como para Sánchez, ganar tiempo. Lo único que hace esa mesa de diálogo es poner el reloj a cero y volver a empezar para ver qué se puede hacer.
-¿Quizás es precisamente tiempo lo que necesita la situación actual para que las aguas vuelvan a su cauce, o ya han vuelto en relación a 2017?
-Han vuelto de aquella manera, porque en 2017 pasó lo que pasó pero no se quemó Barcelona y ahora se ha quemado Barcelona. Cuidado, porque en 2017 no había conatos violentos pero ahora sí. Eso es peligroso. Soy optimista por un lado porque la mesa de negociación lo único que servirá es para ganar tiempo para las relaciones entre los partidos independentistas que están a la greña entre sí, y por otra parte hará ganar tiempo o ganar cierto prestigio a Sánchez para que él pueda mostrar que está haciendo todo lo que está en su mano para que al final le den con la puerta en las narices. Pero hasta que no haya una serie de personas que renuncien al sueño de la independencia, esto no se va a parar.