Posturas irreconciliables. Mientras ERC hace un llamamiento al diálogo con el Gobierno español y a superar los agravios, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, insiste en la necesidad de exigir la autodeterminación y la figura de un negociador, que los republicanos no ven necesario pero que Junts per Catalunya quiere usar para internacionalizar el conficto. Torra prefiere hablar de negociación porque “un diálogo en si mismo no tiene sentido”.
Los todavía socios de gobierno han aireado sus diferencias en la sesión de control celebrada en el Parlament, una semana después de la reunión que mantuvo Torra con el presidente Pedro Sánchez en el Palau de la Generalitat.
Sabrià llama a la unidad
El líder de ERC del grupo parlamentario, Sergi Sabrià, ha instado a afrontar el diálogo con Pedro Sánchez “sin debilidades, reproches o dudas”, pero sí “con una estrategia conjunta”.
ERC “defiende el diálogo, apartemos las disputas y los debates estériles, sumemos, no fomentemos la división, somos compañeros de viaje”. La única salida, según Sabrià, “es una solución colectiva al conflicto con el Estado. Asumimos en desgaste, pero es el momento de la mirada larga, eso nos hace más fuertes para conseguir la independencia”.
Torra teme banalizar el concepto de diálogo
Por el contrario, Torra ha precisado que “nos enfrontamos a una negociación con una serie de principios basados en “responsabilidad, unidad y respeto a las decisiones de este Parlament”. Pero “el diálogo en si mismo no tiene sentido, lo tiene si se enmarca en un método, sino banalizamos el concepto de diálogo”
“Necesitamos garantías y objetivos –ha añadido--. Me gusta hablar de proceso de negociación, ayer en el Consell Executiu hubo consenso respecto a una mesa de negociación que debe abordar la raíz del conflicto, que es la soberanía y la autodeterminación, y por otro lado una comisión bilateral. Es importante financiación y corredor mediterráneo, pero no es la raíz del conflicto”. Torra ha hecho un llamamiento a “no doblegarnos ante la represión”.