Jordi Turull, ex consejero de Presidencia de la Generalitat durante el mandato de Carles Puigdemont (JxCat), ha expresado su desacuerdo con la decisión del presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC) de acatar la inhabilitación de Quim Torra como diputado por desobediencia. Una decisión que le ha afeado poniéndose en su lugar con el siguiente reproche: "Prefiero que me acabe inhabilitando injustamente un tribunal a que me inhabilite a quien me ha dado el mandato, los ciudadanos", ha manifestado en una entrevista al programa FAQS de TV3 en la prisión de Lledoners.
Su reproche no ha quedado ahí pues, además, ha lamentado por hechos como esos que "difícilmente ejerceremos el derecho a la autodeterminación si antes no constatamos ante la comunidad internacional que ejercemos el deber de la determinación".
Al mismo tiempo, el político de JxCat --diputado de CiU con sus sucesivas marcas electorales durante 12 años-- ha pedido "unidad" a los republicanos porque, a su modo de ver, "entre los grupos parlamentarios puede haber batallas, pero el Gobierno tiene que dar una imagen de cohesión".
No pedirá perdón
Turull ha insistido de nuevo en que no pedirá "perdón" por los hechos cometidos por su Gobierno en otoño de 2017 --referéndum ilegal del 1-O y declaración unilateral de independencia, entre otros-- y además ha exigido "eliminar del todo" el delito de sedición, uno por los que fue condenado:
En este sentido, el ex mandatario postconvergente ha apuntado que no pedirá el indulto si ello implica pedir disculpas o reununciar a sus "convicciones políticas", aunque si alguien lo hace por él, lo verá con buenos ojos: "Yo no voy de mártir: si puedo salir de la prisión por la vía que sea de aquí media hora no esperaré una hora, siempre que no tenga que renunciar a mis convicciones políticas", ha afirmado.
"Lo volvería a hacer mejor"
Y es que, a su peculiar modo de ver, el referéndum secesionista ilegal del 1 de octubre del 2017 "lo quería el 80% de la gente" en Cataluña. "La gente puede ser unionista, pero profundamente demócrata, y un 80% aceptaría el resultado", ha añadido. Curiosamente, la participación en dicha votación, sin ningún tipo de garantías democráticas, apenas llegó al 40%.
Al igual que otros de sus compañeros encarcelados, Turull no se muestra arrepentido y ha recalcado que "lo volvería a hacer mejor".