Guerra por los lazos amarillos en Cataluña. Mientras los activistas independentistas se empeñan en colgar estos símbolos en calles y edificios públicos, algunas brigadas antiindependentistas los quitan, o los decoran con los colores de España para cambiarles el significado. Es la historia de nunca acabar.
Una de las últimas denuncias de politización de las instituciones públicas la hace el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Girona, Daniel Pamplona. Ha publicado en Twitter una fotografía de la Facultad de Ciencias de la Universitat de Girona, en donde cuelga un gran lazo amarillo, el símbolo elegido por los independentistas para dar apoyo a los políticos presos.
En paralelo, algunas brigadas antiindependentistas han salido de noche para limpiar de lazos amarillos las calles de Cataluña. Es el caso, por ejemplo, de la Brigada Vallés, que ha quitado los símbolos independentistas que ha encontrado a su paso en los municipios de Sant Fost de Campsentelles y Santa Maria de Martorelles, en Barcelona.
Del mismo modo, el colectivo Els Trabucaires ha hecho lo propio en la también barcelonesa Castellar del Vallès. Son solo algunos ejemplos de lo que está ocurriendo en las calles de Cataluña en los últimos tiempos.