“¿Cómo hemos llegado hasta aquí?”. “Nos llaman antidemócratas y franquistas”. “Lloré con las imágenes de violencia del 1-O”. “Ha sido angustioso ver los extremos en ambos lados”. Estos son algunos de los testimonios y las preguntan que se formulan las 29 personas que aparecen en el documental Ferida oberta, que mañana viernes se estrena en los cines Maldà.
Trailer FERIDA OBERTA from jesus-angel prieto on Vimeo.
El objetivo es analizar cómo el proceso independentista ha afectado las relaciones sociales y familiares. Y, sobre todo, buscar la empatía. Para ello, la psisóloga Rosa Botella y el cineasta Jesús-Àngel Prieto, autores del documental, realizaron entrevistas entre julio de 2018 y febrero de 2019. En las mismas, los protagonistas de esta producción –personas pertenecientes a diferentes sectores laborales, políticos, académicos y sindicales-- reviven el impacto emcional de los hechos políticos ocurridos en septiembre y octubre de 2018.
El documental, que dura 114 minutos, ofrece las vivencias de catalanes que, sin aspavientos, relatan sus sensaciones sobre esos momentos convulsos. "Es muy angustioso ver los extremos en ambos lados", explica una joven. "Sí, yo sufrí violencia", confiesa un independentista, mientras que otra entrevistada confiesa que lloró al ver las cargas policiales durante el referéndum del 1-O.
Otra mujer rechaza que los espacios públicos fueran ocupados por lazos amarillos, como "tampoco me gustaría que todo fuera de color rojo, recordaría a Stalin, y son los mios". "Nos colocaron etiquetas que en nuestro entorno son muy negativas, como antidrmócratas, franquistas o falangistas". Otro testimonio considera que "es bueno que eso haya salido para no construir nada en falso".