La Generalitat ha empezado a exigir un nivel de suficiencia de catalán (C1) para acceder al cuerpo autonómico de bomberos, cuando hasta ahora el requisito se situaba en el nivel intermedio (B2).
En adelante, según recoge el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC), las personas que quieran acceder a la escala básica y a la escala técnica del cuerpo deberán acreditar ese nivel, C1, que es el segundo más alto en una escala de cinco (frente al B2, que corresponde al tercer nivel).
La excepción de los bomberos
El ejecutivo autonómico ha modificado el Decreto 161/2002, de 11 de junio, que establece los criterios de acreditación del conocimiento de catalán y aranés en el proceso de selección de personal y provisión de puestos de trabajo de las administraciones públicas en Cataluña.
La norma determina como regla general el C1 (que se obtiene con la ESO desde 2008) para los empleados públicos, pero fija que ciertos colectivos de funcionarios solo deben acreditar el B2, entre los que se encontraban los bomberos.
La "normalidad" como excusa
La reciente orden del Govern indica que el decreto fijaba esta excepción considerando "la precaria situación de la lengua catalana en la enseñanza en el momento de la recuperación de la democracia y las instituciones propias, así como el proceso de incorporación gradual de la lengua catalana al sistema educativo, que no fue plenamente efectiva hasta el año 1983".
"Ahora, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y la normalidad de la lengua catalana como lengua vehicular en la enseñanza reglada, no hay motivos para justificar la excepcionalidad de la exigencia del requisito", expone la orden, firmada por el consejero de Políticas Digitales y Administración Pública de la Generalitat, Jordi Puigneró, y que cuenta el aval de la Dirección General de Política Lingüística.
Necesario para los "informes técnicos"
Asimismo, la orden alega como causa para pedir el C1 a los bomberos las "funciones comunicativas" que deben realizar en la producción de informes técnicos sobre prevención e investigación de incidencias y siniestros.
Esta nueva exigencia no afectará al personal que actualmente ocupe un puesto de trabajo en la escala técnica y básica del cuerpo de Bombers de la Generalitat.
"Discriminatorio" para los de otras CCAA
El delegado de UGT de Cataluña en los bomberos de Generalitat, Antonio del Río, ha valorado positivamente el cambio, que fue consensuado con los sindicatos, y ha resaltado que no lo ven "ni desproporcionado ni perjudicial".
Del Río ha expuesto que exigir el C1 de catalán está en línea con el nivel de estudios requerido para la oposición. No obstante, lo ve "discriminatorio" para las personas que opositan y son de otras comunidades autónomas, a quienes --ha explicado-- se les hará un examen de catalán para ese nivel.
Funcionarios a los que se les pide el B2
Algunos colectivos de funcionarios en Cataluña aún están exentos de acreditar el C1 y solo se les pide el nivel B2, como los empleados públicos en los servicios penitenciarios, auxiliares de clínica y laboratorio, analistas de laboratorio, delineantes y el cuerpo de Agentes Rurales.
La Consejería de Políticas Digitales y Administración Pública no tiene previsto cambiar el nivel que se les pide a estos funcionarios porque tampoco se lo piden los departamentos de los que dependen estos colectivos. El departamento alega que en el caso de los bomberos fue una petición expresa de la Consejería de Interior.
La Plataforma per la Llengua exige más medidas
La Plataforma per la Llengua --entidad que promueve la exclusión del español en todos los ámbitos de la sociedad catalana-- se ha mostrado satisfecha por la medida. Su presidente, Òscar Escuder, ha declarado que espera que este cambio en la norma sirva de "precedente" para otras iniciativas, como formar a la plantilla municipal en buenas prácticas lingüísticas y que la calidad lingüística de los servicios de la administración no sea vea afectada si los prestan empresas externas.
Escuder ha remarcado que "lo normal es que quien ofrece un servicio a los ciudadanos conozca bien la lengua" y que las instituciones deben ser un referente en el uso normal del catalán sin excepciones.