Aquelarre independentista en una cámara de comercio en Cataluña. El secesionismo volvió a hacerse suya una institución, en este caso un ente empresarial, para un evento que contó con la presencia telefónica de Jordi Turull, exconsejero del Gobierno catalán condenado por sedición y malversación por su participación en el procés en el territorio.

Ocurrió ayer sábado, 18 de enero, en la sede de la centenaria Cámara de Comercio de Tarragona, donde se presentó el libro Persistim, escrito por el exconseller catalán desde la cárcel de Lledoners (Barcelona), donde cumple una condena de 12 años por su rol en el desafío independentista en Cataluña en 2017. El evento contó con la presencia de Meritxell Lluís, mujer de Turull; la diputada en el Congreso por Junts per Catalunya Míriam Nogueras y la periodista Gemma Aguilera, entre otros. En un momento de la velada, los presentes conectaron telefónicamente con el reo, quien admitió que "estaban celebrando el comité de bienvenida a Jordi Cuixart", activista también preso que salió de permiso esta semana.

Politización

El exdirigente convergente emplazó a los asistentes a no desfallecer porque "lo lograremos", en referencia a la separación de Cataluña de España. Asimismo se mostró "muy contento" por su libro y felicitó a Aguilera, periodista de Elmón.cat y coautora del volumen publicado desde la cárcel barcelonesa.

Se dirigió Turull a los asistentes, que llenaron el auditorio del organismo privado empresarial. Entre el público figuraban algunos de los iconos del nacionalismo catalán radical, como Rai López, el fanático que caminó más de 1.300 kilómetros entre la zona del Ebro, también en Tarragona, y Waterloo (Bélgica), donde reside el expresidente catalán huido, Carles Puigdemont.

Control 'indepe' pese a los grandes patronos

De este modo, hizo el independentismo gala de su músculo en una cámara de comercio de la docena larga que existen en Cataluña y que controlan. Lo hacen tanto con la actual presidenta Laura Roigé, como con el anterior máximo dirigente, Andreu Suriol. Precisamente, Suriol mostró su apoyo al Gobierno catalán que comandaba el prófugo Carles Puigdemont en los días previos al referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre. El alineamiento de la Cámara de Tarragona con el independentismo catalán se ha producido pese a que entre sus benefactores se cuentan grandes empresas como PortAventura.

En la mayor cámara de Cataluña, la de Barcelona, los secesionistas también ha irrumpido. Lo hicieron en mayo, con motivo de las elecciones camerales que ganó la candidatura de Joan Canadell,  propietario de una minúscula red de gasolineras prosecesión que se presentó por la candidatura de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y venció. Desde entonces, el directivo también ha virado el timón de la institución y la ha colocado al servicio del movimiento soberanista.