La vicepresidenta segunda del Consell Nacional de les Dones de Catalunya (CNDC), Montse Pineda, en el pleno monográfico sobre mujeres del Parlament / EUROPA PRESS

La vicepresidenta segunda del Consell Nacional de les Dones de Catalunya (CNDC), Montse Pineda, en el pleno monográfico sobre mujeres del Parlament / EUROPA PRESS

Política

El rapapolvo feminista que indigna al Parlament

Un email de la vicepresidenta del Consell Nacional de Dones cuestiona la efectividad de las 50 medidas aprobadas para combatir la desigualdad de género tras un Pleno “agridulce" y "partidista"

7 enero, 2020 00:00

¿Baño de realidad? ¿Menosprecio de la actividad parlamentaria? Un correo electrónico, al que ha tenido acceso Crónica Global, enviado por la vicepresidenta segunda del Consell Nacional de Dones de Catalunya (CNDC), Montse Pineda, a los grupos políticos catalanes cuestiona la efectividad de las 50 medidas aprobadas en el último pleno monográfico dedicado a la mujer. El mensaje de Pineda, que intervino en esa sesión celebrada en diciembre, no ha agradado a los diputados y diputadas.

En esa sesión se aprobaron 50 medidas destinadas a promover la igualdad retributiva real entre mujeres y hombres e impulsar iniciativas para erradicar todas las formas de violencia machista. Fue el resultado de la actuación conjunta de la Cámara catalana con el CNDC, organismo asesor del Institut Català de les Dones, dependiente de la Generalitat.

Tensión entre Pineda y los grupos parlamentarios

El discurso de Pineda fue contundente, en la línea de la firmeza que los grupos parlamentarios exigen en la lucha contra el machismo. Pero detrás de esa intervención pública, la tensión entre la ponente y los partidos trascendía la lógica negociadora.

El Parlament aprobó una propuesta de resolución (PR), en base al texto aprobado en el pleno de las mujeres de julio de 2019, una iniciativa conjunta del Parlament con el CNDC en el que participaron 60 diputadas y representantes de diversas entidades y asociaciones feministas.

El 'Parlament de les dones' celebrado en julio de 2019 / ERC

El 'Parlament de les dones' celebrado en julio de 2019 / ERC

Sin embargo, fuentes parlamentarias aseguran que no agradó esa fórmula de PR conjunta, que dio lugar a “muchas contradicciones, debates y lógicas partidistas contrapuestas en los pasillos, en los mensajes de móviles y en el hemiciclo”. Así define la propia Pineda la situación generada en un Pleno “agridulce”, en un mensaje enviado por email a una veintena de diputados y diputadas, cuyo tono ha provocado una cierta indignación, pues en el mismo se cuestiona la labor del Parlament, a pesar de las 50 medidas aprobadas.

Cargo a disposición del CNDC

La vicepresidenta del Consell confiesa que, tras la sesión plenaria de julio, puso su cargo a disposición de este órgano “por si no había defendido correctamente los intereses de las entidades en todo el proceso del Parlament de les Dones”. Y advierte de que, en el próximo pleno del CNDC, volverá a poner su cargo a disposición “por práctica feminista y por higiene democrática”. Y porque cree “en la rendición de cuentas” sobre el trabajo encomendado.

Afirma en ese extenso correo que “hace 39 años que esperamos ser una prioridad para el poder legislativo, los mismos que esperamos que el poder Ejecutivo cumpla sus obligaciones”. Añade que las 50 resoluciones aprobadas “no acabarán con el patriarcado, son 50 resoluciones que podrían haber sido mejores y dirigirse a la parte estructural de las desigualdades, pero son el inicio de un cambio”.

"No son las mejores resoluciones"

“No son las mejores resoluciones que podríamos tener, pero son las diputadas y diputados electos democráticamente, y se han votado en un pleno. Con los esfuerzos y la generosidad de todas para hacerlo posible”.

“Son semilla del cambio iniciado”, añade, para luego advertir de que el CNDC “seguirá haciendo seguimiento, que es nuestra labor, y denunciando si hay incumplimiento por parte del Gobierno”. La vicepresidenta de la entidad asesora del Govern anuncia que, precisamente en virtud de esa semilla, se deben “cambiar algunas dinámicas que lleva orgánicamente el Parlament, en especial la relación con la sociedad civil, y a nosotras ver el Parlament como nuestra verdadera habitación propia. Hemos venido para quedarnos”.