En la oposición y a esperar. La reunión de Pablo Casado con el presidente en funciones, Pedro Sánchez, no sirvió de nada. Fue una especie de “teatro” que los dos dirigentes asumieron, porque, en realidad, no ha habido en ningún momento la voluntad de establecer un acuerdo. Casado teme más que Vox le pueda comer el espacio político del centro-derecha que un Gobierno de Sánchez con Unidas Podemos, que se sustente, también, en Esquerra Republicana. Por tanto, a la oposición.
De hecho, el PP quiere ya instalarse en esa posición lo antes posible. La abstención de Esquerra sería una buena noticia para los populares, según las fuentes consultadas, porque no hay ninguna alternativa posible, y todos los actores de la política española necesitan tiempo. El primero, Pablo Casado.
Pero, ¿qué ha pretendido Sánchez y cómo reacciona Casado? El líder del PSOE quiere difundir su propio relato, el de que ha sido imposible otra fórmula para constituir el Gobierno porque el PP se ha descartado. Sin embargo, Casado señala que ha sido “Imposible” establecer cualquier complicidad con el dirigente socialista. “En esa reunión todo estaba ya decidido, el acuerdo con ERC está hecho”, señala una fuente del partido, que insiste en que los populares no pueden lanzarse al vacío, cuando representan la alternativa al Gobierno, y cuando tienen, por primera vez, un adversario serio en la derecha, en referencia a Vox.
El factor Abascal
Y es que con Vox el PP tiene un serio problema por la ascendencia de su propio líder, Santiago Abascal. Al margen de otros dirigentes, de cuadros y líderes locales que han pronunciado comentarios polémicos, en cuestiones como la violencia de género, la inmigración y los programas para fomentar la natalidad, Abascal genera un enorme respeto en la dirección del PP. Lo ven como un rival político de altura, que compite con Casado de tú a tú, en un momento en el que los dos tienen un nivel de conocimiento similar por parte de la ciudadanía.
Eso obliga a “aguantar, a esperar”, y ver cómo evoluciona el Gobierno que pueda constituir el PSOE con Unidas Podemos. No será únicamente la política que pueda seguir Sánchez respecto a Cataluña y la relación que establezca con los partidos independentistas. Lo que se espera es que el Gobierno de Pedro Sánchez, forzado por Pablo Iglesias, inicie una senda intervencionista en la economía que aconseje esperar y recoger los frutos en las próximas elecciones.
El posible plan con Ciudadanos
¿Cuándo? El PP considera que si la abstención de ERC se concreta, Sánchez podrá gobernar más de media legislatura. No será un gobierno corto, porque todos necesitan tiempo, el propio Sánchez para consolidar su presidencia; Iglesias para demostrar que Unidas Podemos puede gobernar; y la dirección de Esquerra, para poder alcanzar el gobierno de la Generalitat y encarrilar el posprocés, que, a su vez, debe poder establecer alguna hoja de ruta sobre los dirigentes políticos presos, entre ellos el presidente de ERC, Oriol Junqueras.
Casado sólo albergaba una posibilidad para moverlo todo. En el caso de que Sánchez hubiera pactado con Ciudadanos, con una suma de 130 diputados, sin el concurso de Unidas Podemos, el PP no se hubiera podido negar a una abstención. Hubiera sido un gobierno social-liberal que se debería apoyar sí o sí.
Esperando que Sánchez sea ya presidente
Pero no es el caso, no es la voluntad de Sánchez, que ya suscribió 48 horas después de las elecciones del 10N, un acuerdo con Iglesias, ni tampoco es el deseo de Ciudadanos, que quiere ir de la mano en todo con el PP. Su líder, Inés Arrimadas, ha considerado una mayoría de 220 diputados, incorporando al PP, junto al PSOE y Cs, además de otros partidos minoritarios. Pero no es una propuesta “realista”, ni “nunca lo ha sido”, en palabras de las mismas fuentes del PP.
Todos los dirigentes políticos, con deseos y expectativas opuestas, han llegado a la conclusión de que la intención de Sánchez debería concretarse cuanto antes para que cada uno asuma su nuevo papel. Depende de Esquerra, y de las conversaciones que se mantendrán en los próximos días, justo después de que Sánchez conversara telefónicamente con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, este martes, asegurando que se producirá una entrevista entre los dos mandatarios, pero después de la investidura, cuando se haya constituido ya un Gobierno de España.