La Generalitat ha puesto el acelerador en la creación de un centro de inteligencia catalán, una antigua aspiración de los independentistas inspirada de el espionaje israelí --así lo demuestran los documentos elaborados por la propia Generalitat--. El Centro de Seguridad de la Información de Cataluña (Cesicat), reconvertido en Agencia de Ciberseguridad de Cataluña, ha sentado las bases de esa “estructura de Estado” en un documento estratégico donde se excluye la lengua castellana.
Estrategia de Ciberseguridad de la Generalitat de Cataluña 2019-2020 establece los pilares de la futura sociedad digital catalana y define las líneas de acción en materia de ciberseguridad en el ámbito de las administraciones públicas. El objetivo es convertir Cataluña en una Smart Nation, es decir, una “república digital”, en palabras del consejero de Políticas Digitales de la Generalitat, Jordi Puigneró.
Categoría | Total |
Dirección General | 75.795,91€ |
Directores/Área | 316.038,11€ |
Responsables de seguridad de la información | 405.115,07€ |
Responsables de línea de servicio | 430.178,84€ |
Responsables de servicio | 31.931,46€ |
Gestor de proyectos | 45.894,20€ |
Técnico administrativo | 25.905,54€ |
Administrativo | 17.658,24€ |
Total | 1.348.507,37€ |
El Gobierno español ha puesto el foco en la independencia digital que pretende el Govern que, a su vez, recela del decreto de medidas urgentes de seguridad pública en materia de administración digital aprobado el pasado 31 de octubre por el Ejecutivo. Es el llamado “decretazo digital”, cuya finalidad es intervenir y asumir la gestión directa de redes y servicios de comunicaciones electrónicas en determinados supuestos excepcionales que puedan afectar al orden público, la seguridad pública y la seguridad nacional.
“Cataluña debe convertirse en una referencia internacional digital, una auténtica Smart Nation, donde la tecnología digital esté presente en los servicios públicos, fomente el crecimiento económico y social del país y, al mismo tiempo, permita implementar un país inteligente, sostenible, integrador y ciberseguro”, indica el citado documento estratégico. También incluye “preparar la cultura y la lengua para la era digital”. En este sentido, el documento contempla “dar apoyo al fomento del catalán y el aranés en el mundo digital y, en especial, en materia de ciberseguridad”. Asimismo, prevé “ampliar y actualizar de forma continua el canal terminológico del Termcat (consorcio dedicado a coordinar la actividad terminológica en lengua catalana) dedicado a la ciberseguridad”.
Apoyo a los CDR
Dicho de otra manera, la inmersión lingüística inspira ese futuro servicio de inteligencia catalán que dio apoyo a los miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR), detenidos y encarcelados por presuntas actividades terroristas, según explicaron ellos mismos ante el juez.
A principios de noviembre, la Generalitat aprobada los estatutos de la Agencia de Ciberseguridad de Cataluña, un organismo que ya fue impugnado por el Tribunal Constitucional por vulnerar competencias. Este futuro organismo, según las previsiones de Puigneró, contará en 2022 con un presupuesto de 15,9 millones de euros, es decir, el doble de la partida que actualmente se destina a Cesicat. El consejero no aclara si los Mossos d’Esquadra estarán a disposición de esa Agencia. Porque en un pasado lo estuvieron.
Cesicat fue denunciado investigado por la Fiscalía por el seguimiento a activistas sociales y ciudadanos en las redes sociales, así como el uso de un programa espía en móviles de escoltas de los Mossos d’Esquadra. El entonces consejero de Empresa, Felip Puig --Cesicat dependía entonces de este departamento-- confesó que se habían hecho estos seguimientos. Este centro elaboró 50 informes de activistas y movimientos, basados en la red social Twitter, aunque precisó que siempre se hizo en base a “fuentes abiertas” y por petición de los Mossos.
Cesicat ha vuelto a ser objeto de pesquisas judiciales debido a su participación en la logística del referéndum secesionista. A Cesicat se atribuye el informe de 39 páginas que, en 2013, cimentaba la "Agencia Nacional de Seguridad" de la futura Cataluña independiente.
El informe llevaba el sello de la Generalitat, así como el logotipo de Cesicat, y contemplaba la incorporación de 300 mossos. La Agencia, indicaba el informe, estrecharía lazos con el servicio de inteligencia israelí "para conocer la organización de su agencia de Ciberseguridad. La Ertzaintza tiene buenos contactos con empresas y el mundo gubernamental israelí". También preveía contactos con el "Massachussets Advanced Ciber Security Center con el objetivo de conocer su funcionamiento, organización y actividades y plantear un posible marco de colaboración".