Junts per Catalunya busca ahora un acercamiento con el PSOE. Las dos reuniones de la delegación socialista con ERC, han alertado al partido de Carles Puigdemont, que no quiere quedarse descolgado. Aunque la presión a Esquerra es intensa, al mismo tiempo Junts per Catalunya busca una imagen menos irredenta. Y lo ha verbalizado la diputada de la formación, y jefa de filas en el Congreso, Laura Borràs, al señalar que el primer encuentro con los socialistas ha sido positivo. “La reunión ha ido muy bien”, ha afirmado, al salir de la entrevista con la delegación del PSOE que encabeza Adriana Lastra.
Los diputados del partido de Puigdemont esperarán una decisión final de su líder, desde Waterloo, pero han decidido, por lo menos, entrar en esa posible negociación con el PSOE. Si en el caso de Esquerra el ‘no’ a la investidura de Pedro Sánchez ya no se señala con la autoridad de hace unas semanas, en el caso de Junts per Catalunya se busca una aproximación.
Puigdemont decide
Laura Borràs no vive su mejor momento. La Fiscalía ha solicitado su imputación por favorecer la adjudicación de 18 contratos irregulares de forma fraccionada a un amigo, el informático Isaías Herrero, en la etapa en la que Borràs era directora del Instituto de las Letras Catalanas, entre 2013 y 2017. Y en la delegación que se ha reunido con el PSOE, también ha asistido la diputada independentista Míriam Nogueras. La actitud ha cambiado. Se mantiene la oposición a Sánchez, pero el tono es diferente.
El problema para Junts per Catalunya es las decisiones no se toman en Barcelona, ni en el Palau de la Generalitat, con el presidente Quim Torra fuera de las negociaciones. Quien tendrá la última palabra es Puigdemont, que está pendiente de su posible inmunidad como eurodiputado, a la espera de lo que dicte el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el caso de Oriol Junqueras, que también formó parte de unas listas al Parlamento Europeo.