Cada año, con motivo de Día Internacional por la eliminación de la violencia hacia las mujeres que se celebra el 25 de noviembre, las administraciones catalanas impulsan un manifiesto unitario. El Ejecutivo español nunca había formado parte de esa propuesta conjunta, que coordina el Institut Català de la Dona (ICD), dependiente de la Consejería de Presidencia de la Generalitat. Este año lo hará, por primera vez, junto al Gobierno catalán, las diputaciones de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona; el Ayuntamiento de Barcelona, la Federación de Municipios de Cataluña y la Associació Catalana de Municipis. Asimismo, el subdelegado del Gobierno en Barcelona asistirá al acto que se celebrará en la plaza Sant Jaume.
La incorporación del Gobierno a esa celebración coincide con el cambio de presidencia de ICD. El pasado 3 de septiembre, Núria Balada fue sustituida por Laura Martínez Portell, exvicepresidenta segunda en la Diputación de Barcelona y concejal de Junts per Catalunya en el Ayuntamiento de Vilassar de Mar. La gestión de Balada al frente de este Instituto había estado marcada por un fuerte componente soberanista. Asociaciones feministas habían denunciado que este organismo, más allá de organizar actos institucionales para lucir el lazo amarillo y criticar el 155, carecía de programas de acción. La propia Balada había renegado del Pacto de Estado contra la violencia machista por haberse firmado durante la aplicación del artículo 155.
Se da la circunstancia de que el Ejecutivo español, marginado en años anteriores de la celebración del 25N, es el que aporta el grueso del presupuesto catalán destinado a la lucha contra la violencia de género, en base al citado Pacto de Estado. Cataluña es la segunda comunidad autónoma (por detrás de Andalucía) más beneficiada por esos fondos: 12,8 millones en 2018, y otros 12,8 en 2019. Asimismo, y en paralelo, los ayuntamientos catalanes también han ingresado dos millones de euros en 2018, y dos millones más en 2019.
La distribución del crédito responde a criterios territoriales (insularidad y ciudad fronteriza) y poblacionales (porcentaje de mujeres), con especial atención a las mayores de 65 años y con discapacidad, con trabajo temporal o en situación de desempleo. También se tiene en cuenta la población rural y la densidad de población.
El manifiesto conjunto de las administraciones afirman que “todavía hoy se hace imprescindible seguir trabajando conjuntamente y coordinadamente con la implicación de todas las administraciones y agentes sociales para la erradicación de todas las violencias machistas y la reparación de todas las supervivientes”.
"Lucha constante e incansable"
“También hay que reconocer --añade-- la lucha constante e incansable de los movimientos feministas, que no han dejado de crear las contranarrativas sobre la violencia sexual que nos han permitido posicionarnos en otro lugar ante unas agresiones que nos quieren infundir el miedo”.
“Aquí, las mujeres jóvenes han sido la punta de lanza de esta transformación. Ellas son las protagonistas de este punto de inflexión, convirtiéndose en la generación de un cambio tan urgente como imprescindible. Los movimientos feministas han salido a la calle día tras día y han creído siempre en las supervivientes. Han hecho saber que el consentimiento es un elemento central a la hora de entender la sexualidad, que el consentimiento es reversible y que hay que renovarlo, que sólo un sí es sí y que todo esto es innegociable. También han denunciado una justicia patriarcal que reproduce el sexismo en sus sentencias y deja impunes a los agresores”.
Otras celebraciones de la Delegación del Gobierno
Además del citado manifiesto conjunto, la Delegación del Gobierno en Cataluña conmemora el 25N con varias actividades. El lunes, la sede central de la calle Mallorca se iluminará de morado a lo largo de varias jornadas y se distinguirá con un gran lazo también de color lila, contribuyendo a la visibilización y concienciación ciudadana.
También el lunes, en la Delegación del Gobierno se rendirá homenaje a las 51 mujeres asesinadas en España a lo largo de este año, ocho de ellas en Cataluña. En un espacio central de la sede se proyectarán los nombres de todas las mujeres y se tendrá un especial recuerdo para sus hijos huérfanos. La última víctima registrada en el conjunto del Estado es la mujer de 41 años asesinada a finales de octubre en Castellbisbal (Barcelona), que era madre de cuatro hijos.