En esta parte de la entrevista con Crónica Global, Manuel Cruz, candidato del PSC al Senado, analiza el auge de Vox, según apuntan las encuestas de intención de voto. Su opinión es que, en lugar de aislar a la formación liderada por Santiago Abascal, es preferible neutralizarla.
-¿Qué hay que hacer con Vox a partir de ahora si, como dicen las encuestas, tiene una subida tan importante? ¿Se integra o se deja fuera?
-Hay que distinguir entre lo que representa Vox en España y lo que representa la extrema derecha en otros países. Si analizamos la base social de Vox y el Frente Nacional en Francia, hay notables diferencias. En la Transición, uno de los mejores elogios que se le hacía a Fraga por parte de la izquierda es que había logrado integrar al franquismo en la democracia. Creo que el aislamiento de Vox tiene sus riesgos. Otra cosa es neutralizarlo políticamente, que es diferente.
-¿Cuál es la diferencia?
-Ir todos contra Le Pen supone darle una consistencia política enorme, desdibujando al resto de fuerzas políticas cuyo único denominador común es ir contra esa opción. Para un partido político es importante la clarificación de su programa, dejar claro ante sus votantes qué tiene que ver y no tiene que ver con una fuerza de extrema derecha. Porque esa es la mejor manera de neutralizar a Vox. Creo que Vox se ha beneficiado de demasiados silencios, de debates en los que a lo mejor la izquierda se debería haber pronunciado de forma más decidida. Ha actuado como si fuera un debate resuelto, cuando a lo mejor no lo estaba. No neguemos el problema, discutamos la alternativa que ellos dan. Es verdad que Vox obtuvo un importante número de votos en zonas donde apenas había inmigración, en el barrio de Salamanca, pero también en El Ejido.
-¿Ve un cierto paralelismo con lo que ha pasado en Estados Unidos, con el triunfo de Donald Trump apoyado por élites, pero también por la clase trabajadora?
-Trabajadores presbiterianos del medio oeste se encontraron con que ningún medio de comunicación hablaba de ellos, mientras que sectores más minoritarios, como por ejemplo el colectivo gay, que tiene todos los derechos del mundo, pero cuantitativamente es minoritario, salían en esos medios mientras ellos eran invisibles.
-¿Cree que la socialdemocracia ha dado por hecho que muchas cosas ya se habían ganado, y que había que conquistar otras porque el Estado del Bienestar ya las había conquistado?
-Sin discutir el fondo, durante mucho tiempo, el debate en este país estaba centrado en un autobús con una leyenda que decía que los niños tienen pene y las niñas vagina. El fondo está claro, pero hay un montón de problemas gravísimos que da la sensación que se dejan de lado. Usted lo ha dicho. No es que la socialdemocracia haya muerto de éxito. Pero algunos de esos problemas tienen que ver con ese éxito. Hoy, gran parte de los votantes tradicionales de la socialdemocracia buscan otros caladeros debido a las condiciones laborales, las desigualdades crecientes, el reparto de la riqueza...