Una sentencia condenatoria por sedición y un Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que acaba de pegarle un tirón de orejas al Gobierno belga por rechazar una euroorden española. Parece que la situación de Carles Puigdemont ha cambiado, tras el fallo del Tribunal Supremo, pero las dudas sobre su extradición persisten. Ayer, la Fiscalía ordenó su puesta en libertad tras declarar ante las autoridades belgas. La vista para decidir sobre la euroorden, reactivada por el juez Pablo Llarena, tendrá lugar el próximo día 29. Expertos consultados por Crónica Global coinciden en expresar sus dudas sobre el retorno de Puigdemont. Y recuerdan la influencia de los partidos flamencos.
El juez Llarena reactiva la orden de detención contra Puigdemont hace unos días / EUROPA PRESS
En la memoria jurídica y diplomática española persiste la resistencia de las autoridades belgas a extraditar a miembros de ETA que eligieron este país como refugio en los años 90. No obstante, en los últimos años, las relaciones judiciales entre Bélgica y España han mejorado. Es especialmente significativo el fichaje de Paul Bekaert --experto en Derechos Humanos y en el bloqueo de extradiciones de terroristas-- por parte de Puigdemont.
El pasado mes de junio, el TEDH dio la razón a los hijos del teniente coronel Ramón Romeo, asesinado por ETA en Bilbao en 1981, que demandaron a Bélgica por rechazar las euroórdenes contra la presunta miembro del comando Vizcaya Natividad Jáuregui. El TEDH condenó al Gobierno belga a indemnizar a los demandantes.
¿Será difícil, por tanto, conducir al expresidente ante la Justicia española?
José Antonio Perea Unceta, profesor de Derecho Internacional Público de la Universidad Complutense de Madrid, explica que “la situación procesal de Puigdemont no cambia mucho. La Orden de Detención Europea no incluye entre los 32 delitos (de su lista anexa) que obligan a conceder automáticamente la entrega a las autoridades españolas, el delito de sedición. Por tanto hay que proceder, como está previsto en la misma, a la llamada "doble tipificación", que requiere que los jueces belgas entiendan (y es una apreciación subjetiva) que hay un delito en sus leyes penales igual o análogo al regulado en España como sedición y que tiene unos elementos y una gravedad similar en ambos países”.
Sedición, muy parecida al desacato judicial belga
“En Bélgica –añade-- hay una ‘rébellion’ que no se parece nada a la ‘rebelión’ española y algo a la ‘sedición’ nuestra, pero no es exactamente igual porque requiere violencia”. En España, el Tribunal Supremo considera insuficiente la violencia cometida para aplicar la rebelión, mientras que en la sedición solo se necesita desórdenes tumultuarios.
“Sin embargo, lo que Bélgica considera desacato a la autoridad judicial es bastante similar a lo que ha condenado España, aunque ellos no requieren desórdenes públicos. No hay una equivalencia exacta, por lo que si el juez que examine la orden de detención es muy tecnicista, volverá a denegarla. Si toca, por el contrario, un juez con sentido común, el resultado será la detención y entrega”, concluye el experto.
Por cierto, a Perea Anceta le “parece mentira que el juez español no supiera que la euroorden debe ir escrita en los idiomas establecidos por Bélgica en la propia ODE/2004”.
Diferente a los casos de terrorismo
El catedrático de Derecho Internacional privado, Rafael Arenas, explica que “no se está aplicando el mecanismo de la extradición tradicional, sino el de la euroorden, en que precisamente los casos de terrorismo suponen una entrega sin necesidad la regla de la doble incriminación”.
Por su parte, el diplomático José Antonio Yturriaga explica que “Bélgica ha mantenido una actitud de empatía con los nacionalistas catalanes o vascos debido en gran medida por influencia de los partidos flamencos. Sus tribunales han rechazado la extradicion de terroristas vascos so pretexto de que no tendrían un proceso con garantías”.
A su juicio, “no sería de extrañar que negaran de nuevo la extradición a Puigdemont (hasta ahora, han alegado razones puramente procesales para negarla), pero ahora les será mas difícil justificarlo pues ha habido una condena por el Tribunal Supremo y Bélgica ha sufrido un tirón de orejas por el TEDH por su falta de cooperación”.