Carles Puigdemont ya no podrá entrar a la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, ni como invitado. Según confirman fuentes comunitarias a este medio, el presidente de la institución, David Sassoli, ha tomado esta decisión después de que el el juez Pablo Llarena haya reactivado la orden europea de detención contra el exdirigente de la Generalitat.
Manifestación de la ANC ante la Comisión Europea / EFE
Sassoli retoma así la disposición que en su día aprobó su predecesor, Antonio Tajani, cuando el magistrado del Tribunal Supremo emitió la euroorden contra Puigdemont en noviembre de 2017. Una iniciativa propia, como medida preventiva, tras conocer que esta se reactiva.
Sin acceso a la Eurocámara, de nuevo
La decisión de impedir su acceso a los edificios de la Eurocámara, recuerdan los mismos interlocutores, se tomó entonces en el marco de la cooperación entre Estados miembros e instituciones europeas. Ahora, la medida vuelve a estar en vigor, aunque no obedece a la queja o petición de algún eurodiputado, sino a un "automatismo".
Los servicios de seguridad de la institución ya están al tanto de la decisión para, de ahora en adelante, no permitir la entrada al expresidente catalán, que ha tenido acceso al edificio, como invitado, durante el periodo en que la orden de entrega a las autoridades estuvo desactivada.
A "disposición" de la Justicia belga
Este martes, ante uno de los edificios comunitarios de la capital belga, Puigdemont ha avanzado que exigirá la restitución de sus derechos políticos como diputado del Parlament, tras la nueva orden de detención, que califica de "previsible". Así, ha reiterado que se pone a "disposición" de la Justicia Belga para presentarse ante ella cuando se lo soliciten.
"Conocen mi domicilio y mi disposición a estar presente cuando ellos lo requieran y, por tanto, no va a haber ningún problema", ha señalado el líder independentista.