Sin proyecto de gobierno ni soluciones para las deficiencias de los servicios públicos catalanes, Quim Torra ha arrancado el Debate de Política General (DPG) del Parlament con un discurso eminentemente identitario en el que ha arremetido contra una “democracia española que hace aguas” y donde “la represión es una práctica generalizada”, en referencia a la detención de miemnros de los Comités de Defensa de la República (CDR). ¿Balance de gobierno? "Miren en diario de sesiones", ha dicho.

El DPG se celebra en vísperas de la sentencia del Tribunal Supremo del 1-O y tras la operación de la Guardia Civil, ordenada por la juez, contra las presuntas actividades terroristas de los CDR. Se trata de una sesión parlamentaria en la que el presidente de la Generalitat debe hacer balance de su gestión y explicar sus propuestas de futuro. Torra ha optado por dar protagonismo, de nuevo, al procés. Y a mantener su pulso secesionista, para luego exigir "lealtad institucional".

"La separación de poderes ha muerto"

Torra ha proclamado “la muerte de la separación de poderes. El monarca perdió su papel constitucional hace tiempo. La democracia española hace aguas, la represión política es una práctica generalizada. Ningún gran partido español ha dejado de avalar el 155”.

“¿Quién puede esperar una sentencia justa? La democracia se mide por la capacidad de asumir la disidencia. Lo sabremos dentro de pocos días, pues jueces y gobiernos ya han informado de cuándo se publicará la sentencia”, ha dicho el presidente catalán, tras asegurar que el miedo impide un referéndum pactado sobre el futuro de Cataluña y que los jueces siempre han tenido prisa por “encarcelar a los disidentes y suspender las instituciones catalanes”.

Afirma que no hay nadie sentado en la mesa de diálogo, que con Pedro Sánchez hubo un atisbo de esperanza, pero “no hemos tenido ninguna propuesta concreta en año y medio. Sea cual sea el color del gobierno, siempre busca confrontación".

Autodeterminación

"La represión descarnada que se ha dirigido contra nosotros nos ha afectado. Pero la fuerza desde el exilio y la cárcel nos llena de energía y de orgullo y nos empuja a avanzar sin dejarnos vencer por el miedo, las amenazas y la desconfianza", ha añadido Torra. No renuncia a la autodeterminación, aunque no ha explicado cómo la piensa ejercer"Pronto sabremos la sentencia del Supremo y queremos responder en positivo. Acabaremos una etapa y empezaremos otra donde tomamos la iniciativa. Nos toca acordar, avanzar y trazar un horizonte, con la ambición colectiva de la libertad". 

Ha acusado al Estado de “ahogo económico y falta de inversión”, lo que según dice, es la causa de que no funcionen los servicios públicos catalanes.

"Estamos hartos de amenazas"

Como era previsible, ha centrado su discurso en las detenciones de los CDR en lugar de hablar de su acción de gobierno. “Ha sido una operación policial-jurídica-mediática sobre un falso relato de la violencia”, ha reiterado, en la línea de la carta enviada ayer al presidente español Pedro Sánchez.

Ha sido aplaudido por los suyos cuando ha asegurado que el movimiento independentista “es y será siempre pacífico” y ha asegurado “que no permitiré que ese movimiento se identifique con el terrorismo. Estamos hartos de amenazas y entren en casa de los catalanes de madrugada”.

Ha asegurado que sus posturas identitarias no son incompatibles con la acción de gobierno. Ha remitido al diario de sesiones del Parlament respecto al balance de su ejecutivo, aunque ha destacado la buena marcha de la economía catalana. El dirigente independentista ha insistido en que el déficit fiscal en Cataluña asciende a 16.000 millones, y ha asegurado que su Govern tiene intención de aprobar unos nuevos presupuestos --han sido prorrogados en dos ocasiones-- para recuperar la inversión en guarderías, comedores escolares y becas universitarias.