La cadena de mando en el Gobierno catalán es clara. Las quejas del expresidente Carles Puigdemont llegan a su núcleo de confianza, y éstos ordenan lo que se debe hacer. La última decisión así lo ilustra. La periodista Pilar Rahola, en contacto permanente con Puigdemont, lanzó una crítica demoledora contra el consejero de Interior, Miquel Buch, por anunciar los planes de los Mossos d’Esquadra ante las posibles protestas callejeras cuando se conozca la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O. Reprochó a Buch la posible utilización de gas pimienta ante una posible campaña de disturbios por parte de los más radicales del mundo independentista. Lo hizo este sábado en TV3.
A las pocas horas, Buch señalaba que “había habido un problema de comunicación”, y este mismo lunes ha anunciado la destitución de la responsable de esa comunicación, Joana Vallès, una histórica profesional vinculada a Convergència Democràtica, que ha colaborado estrechamente durante décadas con el exconsejero de Interior y exdirigente de CDC, Felip Puig.
El Govern de Torra no aguanta las presiones que llegan del entorno de Puigdemont. Rahola, fiel al expresidente, consideró en el programa FAQS de TV3, de este sábado, que los Mossos estaban actuando como “policía española” y que el consejero Buch debía ofrecer explicaciones. Y este mismo lunes se han puesto en marcha diversas detenciones por parte de la Guardia Civil ante la posibilidad de esas actuaciones violentas.
Buch reacciona de inmediato
La carga frontal de Rahola contra Buch fue mayúscula. Una y otra vez la periodista insistió en que los Mossos habían “interiorizado el espíritu del 155”, y que, para “quedar bien” con el Gobierno español, se habían prestado a anunciar mano dura contra posibles actuaciones del mundo independentista cuando se conozca la sentencia del Tribunal Supremo sobre los dirigentes independentistas presos.
Buch, que ha mantenido en los últimos meses versiones contradictorias sobre cualquier cuestión, sea la actuación de los Mossos, o los problemas de inseguridad en Barcelona, no tardó ni un instante en reaccionar. Si la actuación de Rahola se producía en directo, en TV3, en la madrugada del sábado al domingo, el consejero intentaba explicarse a lo largo del domingo.
Joana Vallès, sacrificada
El argumento fue que se había producido un “problema de comunicación”, y que el gas pimienta no se iba a utilizar directamente contra ningún manifestante, y que se actuaría con todas las precauciones.
Aguantar la presión no es la principal característica de Buch, y este mismo lunes ha destituido a la responsable de comunicación de los Mossos d’Esquadra, una profesional de largo recorrido. Se trata de Joana Vallès, mano derecha del exconsejero de Interior y exsecretario de organización de Convergència Democràtica, Felip Puig. Vallès también trabajó con el consejero de Economía, Jordi Baiget.