Puigdemont pasa de la unilateralidad a la negociación con el Estado

Baño de realidad. El llamado Consejo para la República, liderado por el expresidente Carles Puigdemont, apuesta ahora por negociar con el Estado. Tres días después de que la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium hicieran un llamamiento a implementar la república catalana e intentaran subirle los colores a ERC por sus nuevas tesis conciliadoras en la Diada, el citado organismo con sede en Waterloo asegura que "siempre ha apelado al diálogo y la negociación" , de ahí que propugne ahora una plataforma de negociación con el Estado.

De esta forma, Puigdemont se desmarca del rechazo de la CUP y de la ANC, que consideran superada esa fase de "obediencia al Estado". Que la manifestación independentista del pasado 11-S haya tocado fondo ha calado en las posturas de ese Consejo para la República, inactivo durante meses y que ahora, según indica en un comunicado, ve necesario "proponer al Estado una plataforma de negociación para la resolución del conflicto basada en el marco siguiente: El reconocimiento por parte del Estado del derecho a la autodeterminación, que el pueblo catalán ejerció el 1 de octubre de 2017. La reversión de la represión y el respeto integral de los derechos civiles y políticos, tal y como están reconocidos por el derecho internacional. Una mediación independiente de las negociaciones".

Conferencia en la Suiza italiana

A pesat de ese giro conciliador, Puigdemont mantiene su labor de propagadanda contra el Estado y hoy se ha desplazado a Lugano, en la Suiza italiana, para dar una conferencia sobre la identidad catalana. El acto ha sido denunciado por Catalunya Peuple d'Espagna, entidad dedicada a denunciar la diplomacia independentista y que acusa al expresidente de tildar a España de "dictadura".

Una nueva Constitución

Otros sectores del independentismo, ajenos a esa pérdida de músculo unilateral, siguen trabajando en la república catalana. La plataforma independentista Debat Constituent ha presentado un cuestionario de 80 preguntas para "elaborar y sistematizar, a partir de la participación ciudadana, unas bases constitucionales para el futuro político de Cataluña" en el marco de su primera jornada en Tortosa (Tarragona).

Al acto han asistido unas 200 personas, y es el primero de un ciclo de siete jornadas que se celebrarán entre septiembre y octubre, y que culminarán con un formulario de preguntas definitivo en el que se recogerán las aportaciones de los participantes.