La exdiputada de la CUP Anna Gabriel pide al nacionalismo continuar con el desafío al Estado de Derecho. Lejos de hacer una autocrítica sincera, se ha limitado a pedir que se "revisen los errores" cometidos en el pasado para "volverlo a hacer mejor".
"Hay que volverlo a hacer, para poder hacerlo mejor. Y para hacerlo mejor, hay que no autoengañarse, hay que mirar la realidad de cara y asumir el peso del futuro. Hay que saber que la unidad, como la verdad, es concreta y no se puede basar en el vacío", ha afirmado en una carta desde Suiza dirigida a la militancia de la CUP.
Otoño caliente
Gabriel ve necesario analizar lo que ha pasado en Cataluña en los últimos años para "ver qué es lo que permitió ganar credibilidad y legitimidad, y constatar también qué es lo que faltó", y ha sostenido que lo que se dice en público debería corresponderse con la realidad.
Aunque reconoce que la situación de los presos y los encausados por el referéndum ilegal del 1-O lo dificulta, considera "imprescindible revisar lo que no se hizo bien, asumir la propia responsabilidad --tanto en las victorias como en las derrotas-- y aplicar el rigor en el balance de los eventos, para evitar que la historia se repita". Según ella, "sin esta revisión cuidadosa, sin la claridad de los instrumentos y los medios necesarios, sin la determinación de aquellos días de septiembre y aquel primero de octubre, y la amplitud de aquel 3 de octubre, la unidad es una palabra vacía".
La atención internacional, "clave"
La exdirigente cupaire ha apuntado que uno de los principales aprendizajes del 2017 debe ser que "la atención internacional es una de las claves" para conseguir la independencia, y ha razonado que, para alcanzarla, habrá que generar nuevas oportunidades.
Asimismo, ha alertado de que el nacionalismo tiene a todo el Estado enfrente, mientras que la ciudadanía que apoya la independencia pasa por un momento de desconcierto y desilusión, pero ha agradecido a las personas que "responderán a todas las sentencias injustas que vendrán, que serán muchas".
"Hemos aprendido que no hay recetas mágicas y hemos tenido que deshacer algún camino. Pero nos queda la opción de renunciar al sueño. Y de hacerlo realidad", zanja la misiva.