Twitter lo carga el diablo, pero el diputado de Cs Marcos de Quinto parece cómodo en su papel de enfant terrible de la red social, su medio preferido para comunicar de forma pública sus opiniones políticas personales. Este domingo ha hecho gala de ello otra vez al confesar que no se quiere acostumbrar a que le insulten y que lamenta si alguna vez ha respondido del mismo modo a sus detractores, “pero no es agradable tener que soportar continuamente a tanto deficitario educacional”.
Las reacciones no se han hecho esperar. Le ha caído un chorreo de críticas que le recuerdan el cinismo de la declaración. Todo ello, tras días en que mantiene un férreo apoyo de las teorías conspirativas sobre el papel de las ONG que se dedican a salvar a inmigrantes de las aguas del Mediterráneo central, “biencomidos pasajeros (que costearon su pasaje con las mafias)”, tal y como asegura en otro mensaje divulgado.
Las tesis de VOX
Estas tesis, defendidas desde el entorno de VOX, apunta a que entidades como Open Arms mantienen conexiones con las mafias que se dedican a transportar a sin papeles de África a Europa. Les acusan de ser casi otro eslabón para garantizar que este transporte ilegal culmina con éxito, algo que han rechazado de frente los afectados y que se sustenta básicamente por la interpretación de imágenes captadas en redes sociales.
El número dos de Cs en Madrid se ha convertido en el defensor más acérrimo de este relato. Todo ello, dos meses después de que se situase en el foco por cargar por el mismo medio contra Manuel Valls. El choque entre ambos se producía antes de la ruptura del exprimer ministro francés con Albert Rivera por los acuerdos del partido naranja con VOX, el partido al que el galo pide dejar de lado en cualquier acuerdo gubernamental y que, por ahora, se ha convertido en el tercer socio para desencallar gobiernos locales y autonómicos de PP y Cs. Como los de Madrid y Murcia, donde se han seguido los pasos de Andalucía.
Fin a la carrera en el sector privado
De Quinto ha convertido la polémica en las redes sociales en su sello de identidad al inaugurar una nueva etapa vital. Abandonó hace un año el consejo de administración de Telepizza entre críticas y tras rechazar la alianza comercial entre este grupo y Pizza Hut en España y Latinoamérica, aunque alegó que su dimisión era por “motivos personales”.
Su falta de entendimiento con la cúpula del grupo que le había empleado le pasó factura, y no era una excepción en su carrera profesional. El diputado de Cs ya salió antes de Coca-Cola, su ocupación más importante hasta la fecha, por el mismo motivo. Perdió la vicepresidencia mundial del gigante de los refrescos por el choque que mantenía con la gerencia del gigante embotellador en Europa.
Exposición pública
En todas estas etapas ha mantenido una actividad muy intensa en Twitter que, según su entorno, no le habría ayudado a continuar su carrera en el sector privado. Su exposición pública le restaba para entrar en consejos de administración de empresas, donde se premia de forma destacada el perfil bajo.
Ha podido mantener esta tendencia al unirse a las listas de la formación naranja, aunque no consiguió zafarse de la polémica. En esta ocasión, no querida. Se filtró que durante años tributó en Portugal para beneficiarse del trato fiscal del país vecino.