El PSC espera la formación del nuevo gobierno de Pedro Sánchez, si, finalmente, acaba siendo investido entre este martes y el jueves, tras el acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos. Aunque todo depende de esa negociación y de la posible inclusión de dirigentes del partido de Pablo Iglesias en el Ejecutivo, como Irene Montero, los socialistas catalanes tienen a sus ministrables preparados. El PSC, que dirige Miquel Iceta, está satisfecho con su grado de influencia, pero si es necesario tiene varias piezas para ocuparse de la gestión: Jordi Hereu, Joan Rangel, Teresa Cunillera y el propio Iceta son los nombres que se han puesto sobre la mesa.
Los socialistas catalanes están a la expectativa. Insisten en que debe ser Pedro Sánchez quien designe, con toda libertad, a sus ministros. Por ello, el PSC, a diferencia de otras ocasiones, no ha hecho ningún movimiento para ganar influencia en el Ejecutivo de Sánchez. Ya la tiene, y además con dos piezas que se consideran fundamentales y que nunca, ni en los ejecutivos de Felipe González, se tuvieron: Meritxell Batet, al frente del Congreso, y Manuel Cruz, como presidente del Senado. La primera es del PSC, de la cantera socialista. Cruz, catedrático de Filosofía, es independiente, pero ha formado parte de los círculos progresistas en los que se siente cómodo el PSC, como Federalistes d’Esquerra.
Al frente de Aena y de Renfe
El tercero de la lista es Josep Borrell, responsable ahora de la diplomacia de la Unión Europea, después de su paso por el Ministerio de Exteriores. Borrell, a pesar de que ha hecho buena parte de su carrera política y de su militancia socialista en Madrid, mantiene una buena conexión con el PSC, que se volcó, en su momento, para que ganara las primarias en el PSOE para ser candidato a la presidencia del Gobierno frente a Joaquín Almunia, entonces secretario general del PSOE. Borrell arrasó en aquellas elecciones primarias en Cataluña, con un apoyo directo de Miquel Iceta.
Tras la moción de censura a Mariano Rajoy, que llevó a la presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez, el PSC saltó de alegría por dos nombramientos importantes: Maurici Lucena, que había sido portavoz del PSC en el Parlament, como presidente de Aena. Ya había tenido responsabilidad en la gestión como director general del CDTI, en el gobierno de Rodríguez Zapatero. El segundo nombramiento fue el de Isaías Táboas, más conocido como Pancho, al frente de Renfe, que fue jefe de gabinete de José Montilla, en su etapa de ministro de Industria, y posteriormente secretario general de Presidencia, con Montilla de presidente de la Generalitat.
Iceta, ¿mejor en casa?
Por tanto, ¿ahora qué? El PSC tiene sus nombres, aunque siempre surge el de Miquel Iceta. Sánchez quiere que Iceta pueda estar en su Ejecutivo. Ya lo quiso al formalizar el primer gobierno, e intentó, tras las elecciones del 28 de marzo, que fuera presidente del Senado. El voto en contra de los independentistas en el Parlament, para que pudiera ser senador autonómico, paso previo para presidir el Senado, impidió la operación.
La cuestión, sin embargo, es que Iceta se ve más en su papel como líder del PSC en Cataluña. Con unas elecciones al Parlament que pueden ser inminentes, el tándem Iceta y Salvador Illa, como secretario de organización del partido, parece imprescindible para lograr un buen resultado y aspirar a gobernar la Generalitat, después de los buenos resultados en las elecciones municipales y europeas.
Hereu, muy valorado
En el caso de Jordi Hereu, toto el partido destaca su gestión como alcalde de Barcelona. Hereu, que se ha dedicado profesionalmente a responsabilidades de asesoramiento sobre políticas urbanas, está ilusionado en su nueva etapa como miembro de la Junta Directiva del Círculo de Economía, a propuesta del abogado y empresario Javier Faus. Pero el PSC siempre se acuerda de él para sugerirlo como ministro.
Y también aparecen dos nombres consolidados, veteranos, que han ocupado el mismo cargo: Joan Rangel fue delegado del Gobierno en Cataluña, en la etapa de Rodríguez Zapatero, y Teresa Cunillera, tras varias legislaturas como diputada en el Congreso, es la actual delegada del Gobierno. Saben cómo funciona el Estado y también surgen en la posición de salida hacia el Gobierno.
Pese a todo, el PSC espera los movimientos y admite que la satisfacción es grande. Lo que se quería se tiene, y, además, con un posible pacto con Podemos, aunque con las prevenciones necesarias, pendientes de cómo el equipo de Sánchez pueda realizar el encaje más adecuado. Los socialistas catalanes, que mantienen hilo directo con la Moncloa, y especialmente con José Luis Ábalos, ministro de Fomento en funciones y secretario de organización del PSOE, se muestran esperanzados por sus opciones de futuro.