ICV podría presentar en los próximos días un concurso de acreedores como paso previo a su disolución después de 30 años de historia debido a su bajada de ingresos y la elevada deuda acumulada, de más de nueve millones de euros. Según informa La Vanguardia, los ecosocialistas se reunirán este lunes para abordar su grave situación financiera.
ICV está integrada en Catalunya en Comú-Podem, la confluencia de izquierdas coaligada con Podemos que incluye a los comunes de Ada Colau y EUiA.
En un correo interno, la dirección ha convocado a sus cargos y militantes a un plenario de agrupaciones de ICV con el objetivo de “analizar la gravedad de la situación económica”. La reunión, a la que asistirá la coordinadora nacional Marta Ribas; el también diputado David Cid y el europarlamentario Ernest Urtasun, se celebrará en la sede de Barcelona, cuyo mantenimiento ha abundado en esa deuda que arrastra ICV.
Desde el partido precisan que “no han tomado ninguna decisión” y que por ahora están al corriente del pago de todos sus compromisos.
En el último presupuesto publicado en la web del partido, correspondiente a 2017, consta la devolución de medio millón de euros en concepto de deuda hipotecaria, y unos ingresos de 2,1 millones procedentes de subvenciones públicas y las cuotas de los afiliados.