Los equipos de emergencias de Barcelona ven una oportunidad de dejar, de una vez por todas, las oficinas en las que se encuentran actualmente, en las que se han detectado cerca de 25 casos de cáncer entre los trabajadores que allí realizaban su labor.
El sindicato CSIF ha exigido hoy que la Sala Conjunta de Mandos (SCC, por sus siglas en catalán) de los servicios que gestionan las emergencias sea trasladada del edificio de la calle Lleida 28, su sede actual, a la vía Bolivia número 30, que se quedará vacía a finales de año. En esta finca se encuentra la comisaría de los Mossos d'Esquadra del distrito de Sant Martí, así como el Centro de Coordinación Conjunto (Cecor) de la policía autonómica. Este último será trasladado a otro municipio en diciembre, según aseguran fuentes sindicales.
Sede de los Mossos en la calle Bolivia, 30, de Barcelona
Edificio peligroso para la salud
CSIF ha remitido un escrito tanto al Ayuntamiento de Barcelona como a la Generalitat para que la sala de mandos del Centro de Gestión de Emergencias ocupe la finca que quedará vacía en la calle Bolivia "por el bien de los trabajadores" de todos los cuerpos que gestionan las situaciones de emergencia en la capital catalana. Esto es, aquellos agentes de los Mossos d'Esquadra, del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), de la Guardia Urbana y del Servicio de Bomberos que se encuentran emplazados en el edificio de la calle Lleida.
Esta representación de la parte social, que entró con muchísima fuerza en las últimas elecciones sindicales en el segundo mayor consistorio de España, asegura que cerca de 25 personas que tienen o han tenido sus puestos de trabajo en este edificio han sufrido cáncer, "algunos de ellos con resultados de muerte", apuntalan. Los dos últimos casos conocidos, según fuentes sindicales, han sido los de un agente de la policía local barcelonesa recientemente jubilado y la de un trabajador del cuerpo de Bomberos de la ciudad.
Sin ventilación ni luz natural
Pero la cosa no queda ahí. Los trabajadores, recuerda CSIF, aseguran que las condiciones de trabajo en la finca de la calle Lleida son ínfimas, ya que sufren "problemas de ruido" y también de "deslumbramientos" al trabajar todo el día con luz artificial en un subterráneo. Asimismo, los agentes allí emplazados alertan de que las instalaciones "llevan muchos años en funcionamiento con un deterioro importante".
La SCC-SGE lleva emplazada en este lugar desde 2005 y su estancia en el lugar era, en un principio, provisional, hasta que se realizara un edificio para albergar las oficinas del servicio de emergencias 112. Hoy, catorce años después, siguen en el mismo lugar a pesar de las repetidas peticiones de cierre de la sala conjunta que se remontan a 2016.