Ha transcurrido ya un mes y medio desde las elecciones generales del 28 de abril, y dos semanas desde el 26 de mayo, fecha de los comicios europeos, municipales y autonómicos (en algunos casos), pero se mantiene la incógnita de quién gobernará en distintos territorios, incluido el Ejecutivo del país: así están los pactos y las negociaciones en España, en muchas de las cuales Ciudadanos tiene las llaves.
De mayor a menor, urge la formación de un gobierno en España. El PSOE ganó el 28A con mucha ventaja, pero, por primera vez, habrá cinco partidos nacionales en el Congreso, lo que dificulta la investidura de Pedro Sánchez. El líder socialista tiene el encargo del Rey de conformar un ejecutivo, y ha comenzado la rueda de contactos. Por ahora, no aclaran nada.
El apoyo de Iglesias y la oposición de Rivera
El primero en pasar por el despacho de Sánchez ha sido el secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, a priori el partido que más cerca está de apoyar al PSOE. De hecho, han pactado un “gobierno de cooperación” (que no han sabido explicar), lejos del gobierno de coalición que pretendía el líder morado. Tampoco cobra fuerza la anterior idea socialista de gobernar en solitario. En resumidas cuentas, comparten varios puntos de sus programas y quieren entenderse para gestionar el país, aunque deberán concretar cómo y, en cualquier caso, necesitarán otros votos para alcanzar la mayoría en el Congreso.
Sánchez también se ha visto con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, en un encuentro de cuarenta minutos, el más breve de la jornada. Tenían poco de qué hablar, porque las posturas estaban claras. El líder naranja ha declarado que su grupo “no apoyará” la investidura del candidato del PSOE, aunque actuará desde la oposición con una actitud “leal a España y los españoles” favoreciendo grandes acuerdos de Estado. Eso y estando “vigilante” ante posibles cesiones con los partidos independentistas y nacionalistas y enfrentándose con firmeza a los “sablazos de impuestos” que decida la izquierda.
El PP: una de cal y otra de arena
El último en entrevistarse con Sánchez ha sido el presidente del PP, Pablo Casado, y la reunión tampoco ha dejado sorpresas. Sobre la investidura del candidato socialista, el líder popular ha sido tajante: “No vamos a apoyarla y no vamos a abstenernos en una segunda votación”. Igual que Rivera, ha tendido su mano para grandes pactos de Estado, con un ojo puesto en Cataluña. Por lo tanto, el PSOE necesita la confianza de formaciones con menor representación en el Congreso para formar un gobierno sólido. Incluso amaga con la repetición de elecciones, un gesto que beneficiaría al bipartidismo, según los entendidos.
Fuera del ámbito nacional, también está en el aire la presidencia de la Comunidad de Madrid. Los partidos de derecha y centroderecha (PP, Cs y Vox) suman más escaños que las formaciones de izquierda, por lo que se da por hecho que mantendrán el poder. Pero ha habido un giro en las negociaciones que lo dejan todo en el aire. Albert Rivera ha confirmado que su partido no firmará ningún acuerdo para que Vox entre en el gobierno comunitario, y que solo gestionará Madrid con el PP (eso sí, con el consentimiento necesario de la extrema derecha, que se resignará a aceptar pese al acuerdo que, dice, ha alcanzado con los populares), cuya candidata, Isabel Díaz Ayuso, tomaría el testigo de Ángel Garrido.
El caso de Murcia
Finalmente, Murcia es la otra región donde las cosas están reñidas, tras los 17 escaños del PSOE y los 16 del PP obtenidos el 26M. En esa comunidad autónoma, Ciudadanos (6) también tiene la llave, y gira hacia la derecha. Para empezar, el diputado del partido naranja Alberto Castillo presidirá la Asamblea Regional tras ser elegido en segunda votación con los votos del PP. Vox, que estará en la Mesa pese a los lamentos de Podemos, ha votado en blanco.
“El cambio se ha normalizado”, ha dicho Castillo, y por primera vez la presidencia del parlamento autonómico deja de “estar en manos del bipartidismo”. Ahora, la Cámara elegirá al presidente regional, y el PP pide turno. El presidente en funciones, Fernando López Miras (PP), ha sugerido que el acuerdo con Cs “pueda prolongarse” y se repita a la hora de conformar gobierno. Por su parte, el PSOE ofrece a la formación naranja el consistorio de la capital murciana a cambio de la comunidad. Todo sigue en el aire, pero las piezas comienzan a encajar.