Tras siete años en el cargo, Joan Josep Nuet, ahora diputado de ERC en el Congreso, ha anunciado que abandona su cargo de coordinador general de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) y deja de militar en partido.
En una misiva a sus antiguos compañeros de partido, Nuet explica que "ha llegado la hora de dejarlo" para centrarse en su tarea como diputado en Madrid, aunque no descarta regresar en el futuro. Argumenta que da el paso para "facilitar las tareas y hacer compatibles las contradicciones que éstas generan".
Anuncia un Consell Nacional del partido
En la mañana de este lunes ha firmado la convocatoria de un Consell Nacional del partido para el próximo viernes 14 de junio con tal de hacer balance de las elecciones generales, municipales y europeas, y también para tratar la renovación de la dirección de la organización.
Asegura que querría haber dado el paso antes, pero que "por razones de seguridad jurídica y para asegurar el correcto funcionamiento orgánico y hacer un traspaso ordenado de funciones", ha tenido que posponer su decisión hasta hoy mismo.
Un recado a su exorganizaión
El diputado de ERC sostiene que la izquierda transformadora ha entrado en una crisis profunda y, aunque apunta que "las causas son diversas", se muestra firme en la idea de que ningún proyecto puede avanzar si se construye sobre "liderazgos unipersonales que sustituyen el funcionamiento democrático por adhesiones acríticas".
Asegura que este tipo de políticas solo llevan a que la izquierda se convierta en "muleta de alguna de las diferentes versiones de la recomposición de la crisis del sistema". En relación a las nuevas oportunidades de cambio que ofrece la situación en Cataluña, proclama que "negarlas o contraponerlas a la transformación social no solo empequeñece la izquierda, sino que, por desgracia, la vuelve reaccionaria".
Un guiño a sus nuevos compañeros
Con una clara intención de mostrar unidad con las filas de ERC, Nuet insiste en que "solo un proyecto que hace compatible la soberanía y la fraternidad puede encontrar soluciones a las amenazas existentes de división de la clase y del pueblo".
La carta concluye con la apuesta por una "tradición que siempre fusionó su proyecto político de lo social y de lo nacional como partes del mismo", y apostilla: "En el pasado la idea de `un solo pueblo` se impuso y estoy convencido de que volverá a hacerlo".