Manuel Valls ha subido su apuesta este miércoles para evitar de todas las formas que Barcelona esté liderada por los independentistas. El líder de la plataforma que concurrió a las elecciones de la mano de Ciudadanos ha puesto sus seis concejales a disposición de Ada Colau para evitar que Ernest Maragall sea el próximo alcalde de la ciudad, sin ninguna contrapartida a cambio. De esta forma, la líder de los Comuns podría reeditar el cargo de primera edil si sumara los apoyos de los socialistas de Jaume Collboni

En rueda de prensa, el exprimer ministro de Francia ha declarado que es la "hora de la responsabilidad y de "hacer gestos de responsabilidad", y esto pasa por un pacto a tres "sin condiciones". La confluencia se llevaría por delante una de sus principales promesas electorales, que no propiciaría que Colau se mantuviera al frente de la ciudad, pero reconoce que el escenario actual es distinto al de hace tan sólo una semana. Con los resultados en la mano, el acuerdo con los Comuns (10 representantes) y el PSC (8) es una "solución positiva para Barcelona". 

La "opción menos mala"

"Me comprometo a asumir la parte que me toca", ha explicado. También ha lanzado un mensaje a Colau y Collboni, que miran con reticencia el pacto con el representante de Ciudadanos: "A menudo, en la política hay que saber escoger la opción menos mala". 

Para Valls, el principal problema de la capital catalana en estos momentos es que los republicanos consigan la alcaldía. Si la figura de Maragall ya era controvertida, en la plataforma no ha caído en gracia el anuncio de cuáles serían las primeras medidas que quiere poner en marcha, la petición de libertad de los políticos presos e impulsar un nuevo referéndum secesionista. Así lo aseguró el líder independentista en su primera comparecencia pública tras ganar las elecciones, donde tendió la mano a Colau y a la alcaldable de JxCat, Elsa Artadi, para facilitar su investidura. 

Frenar al independentismo

"Tenemos la posibilidad de evitar que Barcelona tenga un alcalde independentista", ha recordado. Para Valls, este es el principal reto que se debe abordar. Ha puntualizado que su anuncio no implica entrar en negociaciones ni buscar acuerdos con Comuns y PSC, "hablamos de principios". 

En clave de partido, este anuncio lleva al límite su relación con Ciudadanos. Cabe tener en cuenta que este martes Valls ya se reunió con Inés Arrimadas tras el malestar que había generado el primer acercamiento que había hecho a Colau para cortar el paso a Maragall. Por el sentido de su comparecencia, el liberal no está demasiado preocupado por su relación futura con el partido que le arropó en Barcelona.