Nuevo capítulo por el mural independentista de la UAB. Después del tira y afloja del órgano educativo con la Junta Electoral, que terminó con el lavado de las paredes (aunque algunos alumnos volvieron a pintar lemas separatistas), la universidad se justifica ante los estudiantes por el borrado de esas pintadas.
Ahora, el rectorado de la UAB ha enviado un comunicado a todos los alumnos en el que explica por qué procedió al borrado del mural independentista de la plaza Cívica del campus universitario. Argumenta que, en caso de oponerse, incurriría en responsabilidad criminal.
"Libertad de expresión"
María Espadalé, jefa de gabinete del rectorado, escribe que la UAB recibió unos requerimientos de la Junta Electoral en el inicio de la campaña del 28A, después de cuatro denuncias por la presencia de simbología y pintadas partidistas en el campus que rompían la neutralidad del espacio. La universidad alegó y recurrió sin éxito exponiendo que este mural responde a la libertad de expresión de los miembros de la comunidad educativa.
Tras este varapalo, la UAB, el 12 de abril (víspera de Semana Santa), procedió a contactar con los decanatos de las facultades “más directamente afectadas” para que tomaran las medidas necesarias para dar cumplimiento a la orden dictada por la Junta Electoral. Y así se llegó al 8 de mayo, cuando un ciudadano denunció el incumplimiento de los requerimientos previos y la Junta Electoral dio un plazo de 72 horas para borrar las pintadas separatistas.
Posible delito de desobediencia
En su carta, la UAB explica que, si no borraba los símbolos partidistas, incurriría en responsabilidad criminal por un posible delito de desobediencia. Del mismo modo, niega que el rectorado ni los decanatos hayan coaccionado o amenazado a ningún miembro de la comunidad universitaria: “Siempre se buscó la fórmula más razonable, basada en el diálogo, para llevar a término estas actuaciones”.