El Diplocat agasajó a una docena de diputados suizos a cambio de su apoyo al procés. En concreto, este aparato de propaganda exterior de la Generalitat, que acaba de reabrir un año después, pagó numerosos viajes y cenas a los representantes helvéticos quienes, curiosamente, se han manifestado a favor de un referéndum en Cataluña y han mostrado su preocupación por el juicio que se celebra en el Tribunal Supremo.
Hay más. Durante la aplicación del 155 apareció en la delegación de la Generalitat en Ginebra un borrador –escrito con la ayuda de los miembros de la embajada catalana— de una de las interpelaciones que estos diputados han dirigido a su Gobierno sobre la situación en Cataluña. Por todo ello, dos asociaciones han denunciado al Diplocat ante la Fiscalía de Suiza.
El informe del Tribunal de Cuentas
Catalunya Peuple d’Espagne (CPDE) y Politeïa (integrada por agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d’Esquadra y policías locales) han presentado esta denuncia por presunto tráfico de influencias de la Generalitat: “Están actuando a favor de un intento de golpe de estado”. Añaden que los responsables del procés usaron datos personales ilícitamente así como escuelas públicas para llevar a cabo su plan.
Las denuncias incluyen un extracto del informe del Tribunal de Cuentas sobre las políticas de acción exterior de la Generalitat que evidencia que el Govern destinó dinero a agasajar a estos diputados suizos, de distintos partidos, integrados en el Grupo de Amistad Parlamentaria Helvético-Catalana.
Todo cobra sentido
Este grupo, en concreto, fue el que el 27 de septiembre de 2017 remitió una carta abierta al Gobierno de Mariano Rajoy para que respetara “el derecho del pueblo catalán a determinar su propio futuro” por medio de un referéndum. Y ellos mismos han dirigido algunas interpelaciones a su Gobierno mostrando su preocupación por Cataluña. Pero Suiza ha respondido que no puede interferir en los asuntos internos de otra democracia de Europa.
Según el informe del Tribunal de Cuentas correspondiente a los ejercicios 2011-17, publicado en marzo, el que fuera delegado de la Generalitat en París en 2016 realizó varios viajes a Suiza para entrevistarse con diputados helvéticos que pudieran apoyar el procés. Dos de ellos fundaron, poco después, el mencionado Grupo de Amistad Parlamentaria Helvética-Catalana.
Cenas y viajes
En noviembre de 2016, además, el que era director del Diplocat, Albert Royo, destinó 2.008 francos suizos a una cena para diez diputados helvéticos: 191,95 euros por comensal y ocho botellas de vino que costaron 633 euros. Justo un mes después, estos y otros diputados suizos presentaron la primera interpelación dirigida a su Gobierno.
Ya en 2017, el viaje de tres días de cinco representantes helvéticos a Barcelona ascendió a 4.700 euros públicos. Se reunieron con el hoy expresidente huido Carles Puigdemont.