El Gobierno de Quim Torra ha otorgado la Creu de Sant Jordi a la expresidenta del Parlament, Núria de Gispert. De esta forma, la Generalitat reconoce la labor que la exdirigente de UDC ha hecho "en defensa de la identidad" de Cataluña, obviando las polémicas en las que se ha visto involucrada por sus comentarios xenófobos, que incluso provocaron su reprobación en la Cámara catalana y su despido de una mutua de abogados donde trabajaba.
El Govern ha acordado conceder el galardón a 29 personalidades y 15 entidades, que por sus méritos han prestado servicios "destacados" en Cataluña en la defensa de su identidad o en el plan cívico y cultural. Entre los distinguidos se encuentran el deportista del FC Barcelona Leo Messi y los también expresidentes del Parlament Ernest Benach y Joan Rigol. Así lo ha explicado la consejera de Presidencia, Meritxell Budó, durante la rueda de prensa posterior al Consell Executiu de este martes al mediodía.
Preguntada sobre el reconocimiento a una política que invitó a Inés Arrimadas a marcharse a Andalucía, Budó respondió: "No ha hecho falta que nadie la mande a Andalucía porque se ha marchado ella sola".
La Creu de Sant Jordi, que se creó en 1981, es uno de los máximos reconocimientos que puede recibir una persona por parte de la Generalitat.
En enero, De Gispert arremetió contra los extremeños en un tuit. "Un dato importante: Extremadura no quería asumir la gestión de la salud ni de la educación; ¡era mucho trabajo! Hasta que les obligaron desde Madrid el año 2004. Cataluña, desde 1981. Otra gran diferencia de quién se cree una nación y quién una provincia", escribió.
Pero su trayectoria de exabruptos se remonta a dos años antes. En noviembre de 2017, la portavoz de Demòcrates de Catalunya respondió a las críticas de la líder catalana de Ciudadanos, Inés Arrimadas, al procés con una pregunta: "¿Por qué no vuelves a Cádiz?". En octubre de 2018, Gispert insistió: "La diputada Inés Arrimadas es una inepta e ignorante. No sabe de economía, no sabe de inversiones, no sabe de nada. Y siempre hace el mismo discurso derrotista. ¡Se debe sentir muy mal en Cataluña!. ¡Debe añorar su pueblo! ¿Quién la obliga a estar aquí?".
Reprobación del Parlament
El Parlament reprobó a la expresidenta de la Cámara por sus "reiterados y públicos comentarios vejatorios y excluyentes contra determinados diputados". La iniciativa contó con el apoyo de Cs, PSC, PP y comuns, el rechazo de ERC y JxCat, y la abstención de la CUP. En noviembre se vio obligada a dejar su empleo como Defensora del Mutualista en Alter Mutua, después de que los socios calificaran sus declaraciones como un "discurso del odio continuo y sistemático que tanto perjudica a la convivencia y resultan absolutamente impropias al cargo que ocupa".
Las embestidas de la exdirigente de Unió se hicieron extensivas a otros políticos, en este caso independentistas, pues acusó a Diana Coromines, la tercera candidata más votada en el proceso de primarias promovido por Jordi Graupera, de ser "la mujer de...".
Espadaler, 'botifler'
También tuvo palabras la expolítica para el exsecretario general de UDC Ramon Espadaler, cuando se conoció que el político concurriría con el PSC a las elecciones autonómicas del 21 de diciembre. Le llamó "botifler" (palabra catalana que se interpreta como "vendido") y "traidor".
Curiosamente, en una intervención televisiva, la neosecesionista lamentó el crecimiento de la crispación en la Cámara catalana que, según sostiene, es culpa "de quienes dicen constantemente que Cataluña está dividida y enfadada, porque eso no ha pasado".