Manuel Valls golpea en la puerta de Ciudadanos para que se acerque al PSOE
El candidato a la alcaldía de Barcelona insiste, ante la negativa por ahora de Rivera, en buscar un “centro reformista” en España
30 abril, 2019 00:00Una voz en el desierto, por ahora, aunque el PSOE no se ha cerrado en banda y el mundo económico lo ve como la mejor fórmula para el gobierno de España. Manuel Valls golpea en la puerta de Ciudadanos para que se acerque a los socialistas, para que no renuncien a un posible acuerdo, aunque no sea inminente. Lo que señala Valls, tanto en público como internamente, es que ese esquema no se abandone, que se reflexione sobre ello, a la espera de las elecciones autonómicas y municipales del 26 de mayo.
Valls difundió este lunes un comunicado en el que felicita a Pedro Sánchez por los resultados, y considera que debe ser él quien lidere el país “ante los grandes retos que se presentan”. Pero la idea que quería transmitir ya la conoce la dirección de Ciudadanos, con un resultado descriptible, por ahora. Tras mostrar su satisfacción por el hecho de que Vox no sea determinante, señala que los valores democráticos y los logros que se han conseguido durante los últimos 40 años han de ser garantizados.
Interés general de España
El alcaldable por Barcelona lo señala con claridad: “Ciudadanos y Albert Rivera, después de su gran resultado, deben tener un papel fundamental desde un centro reformista que priorice el interés general de España”. Eso, traducido en un mandato político, implica, como admiten desde su candidatura, que Ciudadanos debería abandonar su decisión de vetar cualquier acercamiento al PSOE de Pedro Sánchez. Pero, ¿cómo y cuándo?
Manuel Valls y Albert Rivera, en una imagen de archivo
No será ahora. No quiere Rivera. Las fuentes contactadas de Ciudadanos apuntan a una posición numantina. En público lo explicitó Inés Arrimadas, con una crítica que se mantiene y es que Sánchez habría pactado con los partidos independentistas, y habría “vendido” a los constitucionalistas. De esa tesis no se mueve Ciudadanos. “No podemos pactar con un señor que nos ha vendido en Cataluña, con un señor que en lo económico asume las tesis populistas y en lo territorial, las tesis separatistas, que ha humillado a los constitucionalistas”, afirmó la que ha sido cabeza de lista de Ciudadanos por Barcelona en las elecciones generales.
Sin nacionalistas ni populistas
A partir de ahora será un toma y daca entre los dirigentes de Ciudadanos, un partido que no se caracteriza por corrientes internas, ni por comentarios de sus dirigentes que puedan diferir de las tesis principales del líder, y Manuel Valls, que sabe que, además de por sus convicciones, se la juega en Barcelona.
Valls precisó que está “convencido” de que “todos” deben contribuir “a evitar que el gobierno de España dependa de los nacionalistas y de los populistas”.
Los resultados del PSC en Barcelona
El alcaldable, apoyado por la formación naranja en Barcelona, no señala que se deba abrir los brazos a los partidos independentistas. Al revés. Lo que pide es que una aproximación al PSOE permita que no tengan un papel relevante en el Congreso. “No quiero ocultar que en Cataluña, y en Barcelona, sigue siendo muy relevante el separatismo y la intransigencia, como pudimos ver este domingo tras conocerse los resultados de la noche electoral”.
Valls conoció los resultados en la noche electoral de las generales en Barcelona. Y comprobó cómo la carrera puede estar muy ajustada, con un papel determinante de los socialistas. En Barcelona ganó Esquerra Republicana, con 201.162 votos, y el 23%, y justo por detrás el PSC, con apenas 3.000 votos de diferencia, y el 22,8% de los sufragios. El partido de la alcaldesa Ada Colau quedó en tercera posición, con 141.835 votos y el 16,36%, mientras que Ciudadanos se quedó con el 11,69%. Con una aproximación con el PSOE en Madrid, el posible acuerdo con el PSC en Barcelona de Ciudadanos estaría más cerca.
Asegurar una investidura
Una primera imagen llegará el 21 de mayo. Es el día de la constitución de la Mesa del Congreso. El PSOE deberá ofrecer pistas sobre sus posibles socios. Pero también puede atar esa Mesa, con Unidas-Podemos, asegurar una investidura, que en segunda vuelta tendría asegurada con una abstención de Esquerra Republicana, y esperar los resultados de las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo.
En ese momento, la reflexión que le pide Valls a Rivera podría surtir efecto. Pero, por ahora, y en vísperas de esas elecciones, sólo Manuel Valls clama en público en el desierto.