El día después del 28A está siendo muy amargo para Carles Puigdemont. Al batacazo sufrido por su partido en las elecciones generales, la subida de su rival ERC, y la decisión de la Junta Electoral Central de impedirle presentarse a las europeas del próximo 26 de mayo, se le ha sumado este lunes un nuevo disgusto: la decisión de Canadá de denegarle la entrada a su territorio.
El expresidente de la Generalitat había sido invitado para participar en unas charlas organizadas por una sociedad independentista de la región de Quebec. Pero, el día antes de la fecha prevista para su salida, se encontró con el rechazo de las autoridades del país para visitarlo.
Recurre a la justicia
Puigdemont, huido de la justicia española en Bélgica por el procés y la DUI, ha presentado este mismo lunes un recurso a la justicia canadiense contra este revés. Inmigración no ha detallado las causas del mismo.
Según un comunicado de la oficina del propio Puigdemont, el prófugo tenía previsto hace semanas desplazarse a Quebec invitado por Maxime Laporte, presidente de la Société Saint-JeanBaptiste (SSJB) de Montreal. Pero el Gobierno canadiense, "sin dar ningún motivo, revocó arbitrariamente" la Autorización Electrónica de Viaje (AEV) que previamente se le había concedido.
La AEV es un requisito exigido por Otawa desde 2016 a todos los ciudadanos de países exentos de visado. Una medida que permite a las autoridades de Canadá "escanear y bloquear a una persona antes de que embarque en un avión" con destino a Canadá.