¿Dónde está Santi Abascal? El presidente de Vox está pasando del partido verde en Cataluña por las heridas abiertas por la guerra interna en la que vive sumida la formación en la autonomía, un conflicto que es especialmente lacerante en la provincia de Barcelona. El dirigente no ha acudido a actos de campaña en la región de cara a las elecciones del 28 de abril. Se le vio por última vez en la concentración de la Ciudad Condal el pasado 30 de marzo. Desde entonces, ha pasado casi un mes de vacío.
Esta notoria ausencia no es, como nada en política, casualidad. La dirección de Vox está alejando a Abascal de Cataluña, donde ha estallado una guerra por el poder con el epicentro en la capital catalana. El cordón sanitario interno se ha extendido al resto de pesos pesados de la formación, a quien el riguroso equipo de estrategia y comunicación ha prohibido acudir a la segunda mayor ciudad española. Ni Javier Ortega Smith, secretario general, ni Rocío Monasterio, portavoz del comité electoral, ni Iván Espinosa de los Monteros, vicesecretario de Relaciones Internacionales, se prodigarán por la autonomía catalana --sobre la que, curiosamente, no dejan de referirse en el resto de España-- durante los 15 días de campaña electoral. Solo a Ortega Smith se le vio fugazmente el pasado 14 de abril en Tarragona. Ni pisó la Ciudad Condal. ¿Por qué?
Crisis en Barcelona...
Fuentes internas del partido lo ponen negro sobre blanco: "Hay una crisis fortísima en Barcelona que estallará después de las elecciones", explican. Este ruido de sables se mueve en varias coordenadas. La primera y más evidente es la pugna que mantiene el sector ex-Plataforma per Catalunya (PxC) y Jorge Buxadé --número uno de Vox en la lista al Parlamento europeo--, por un lado, con Lola Martín Sancristóbal, presidenta del comité provincial y número 4 al Congreso por Barcelona; Antonio Amador Escoz, vicepresidente y Patricia Muñoz, coordinadora en el Vallés Occidental y aspirante a la alcaldía de Sabadell (Barcelona), por el otro. "Parte de la inquina viene por la voluntad de unos y otros de hacerse con el control del partido y los cargos. La tensión se desencadenó durante una cena en la que uno de los candidatos debía hablar y no pudo hacerlo por haber ingerido demasiado alcohol", han indicado.
Acto de Vox en Tarragona el pasado 14 de abril, único mitin con un dirigente de Madrid / CG
El ágape terminó con Ignacio Garriga --doble cabeza de lista de Vox al Congreso y al Ayuntamiento de Barcelona-- marchándose sin saludar al aspirante. La cena maldita aún colea. "Quieren apartar a esta persona, pero no lo pueden hacer hasta después de las elecciones, Tras los comicios, está prevista una purga", indican fuentes conocedoras. De hecho, la limpieza ya está ocurriendo, ya que Vox en Barcelona ha fulminado a Laura Benito, concejal no adscrita en Esplugues de Llobregat (Barcelona), y que no ha logrado un puesto de salida en ninguna lista, pues se la considera una tránsfuga de Ciudadanos. En este tablero de equilibrios, tampoco ha contribuido a la paz social en esta zona el hecho de que el comité provincial haya designado como cabeza de cartel para las municipales a personas imputadas como Mónica Lora, actual concejal de PxC en Mataró (Barcelona), encausada en dos procedimientos por revelación de secretos e incitación al odio. "En teoría estaba prohibido. Pero se ha hecho. Ha pasado el filtro de los comités de hierro y aquí paz y después gloria", lamentan militantes de base.
Contraataque...
Esta paz podría no obstante no ser duradera. El sector encabezado por Lola Martín prepara un contraataque para después de los comicios generales en España. Se espera que intenten desplazar al sector que conforman el triángulo Garriga-Buxadé y Damián Cuartero, miembro de Vox y, a la sazón, director de marketing de la promotora Sacresa y presidente de Erersma, Asociación Europea de Directivos de Marketing de la Construcción. "Es que solo hay que ver a Vox en 2015 y ahora. ¿Quién pedía la aplicación del artículo 155 entonces? ¿Quién invitaba a los dirigentes de Madrid, que no querían saber nada de Cataluña?", se inquieren fuentes del partido. Estas preguntas tienen respuesta. "Carlos Garcés. El expresidente del comité provincial y uno de los que aguantó la formación antes de que desembarcaran en la misma una gente que se ha unido por moda", lamentan las mismas voces.
Lola Martín, presidenta del comité provincial de Vox y número 4 por Barcelona al Congreso / CG
De hecho, parte de las cuentas pendientes ya se están saldando ahora. Mientras Vox reunía a varios miles de personas en la avenida María Cristina de Montjuïc el pasado 30 de marzo, y eran acosadas por antifascistas radicales, en el seno de la marcha se libraba otra batalla: la interna. "¿Se dirigieron la palabra Santiago Abascal y Jorge Buxadé durante el acto? Apenas. Este último se rodeó de un grupo de constructores y apenas interlocutó con los altos cargos nacionales, pese a que éstos habían acudido especialmente desde Madrid", narran voces anónimas del partido.
... y una campaña "pobrísima"
La frialdad de la dirección nacional con la barcelonesa fue apenas un aperitivo de lo que iba a venir. Vox cerrará hoy una campaña "pobrísima" en Cataluña, según lamentan militantes que prefieren no revelar su nombre. ¿Cómo lo argumentan? De varias formas. "Fíjate que el acto más concurrido tuvo lugar en Tarragona, no Barcelona. Dos, el inicio de campaña fue muy pobre, en Barcelona. El lema, #YoSoyTamborilero, no ha calado. Piensa también que se tenía reservado el hotel Barceló Sants para un mitin central en Barcelona. Se esperaba a 2.500 personas. En lugar de ello, se ha optado por Terrassa --celebrado ayer--, con capacidad por 1.000 personas. Y cerrar la campaña del 28A en la plaza de Artós. Un acto para el que, por cierto, se ha pedido el permiso en el último momento", revelan las mismas fuentes.
Hay más. Mientras los partidos españoles encaran la recta final de la campaña electoral, acuden a votar y se recuperan de la resaca electoral, Vox se jactará de una machada: plantar una carpa en la Feria de Abril de Cataluña. "Buena idea, pero se contaba con la presencia de algún líder nacional. No será así. La crisis de Barcelona lo ha envenenado todo", remachan.