La quema de un muñeco en representación de Puigdemont en Coripe (Sevilla) se ha saldado con represalias contra la sede del PSC. Este lunes han aparecido pintadas amarillas en las que se pueden leer “Coripe”, “arde” o “vergüenza”, en referencia con el pubelo sevillano donde el Domingo de Resurrección se disparó y se prendió fuego a un títere caracterizado como el expresident fugado.
Los ataques contra la sede central del PSC, ubicada en la calle Pallars 191, en pleno barrio del Poblenou (Barcelona), guardan relación con que el Ayuntamiento de Coripe se halla bajo el gobierno del PSOE. Así, otra de las pintadas aparecidas junto a las puertas de la sede de los socialistas catalanes es “PSC calla Iceta baila”. También se han lanzado huevos de pintura sobre la fachada y sobre el lazo morado del 8M que pende sobre ella.
Condena de los hechos
En un apunte en Twitter del secretario de organización, Salvador Illa ha lamentado que se insinúe que el PSC ha callado ante la quema del muñeco en Coripe: "Hemos condenado y seguiremos condenado todos los actos de intolerancia y hoy denunciamos los que hemos sufrido nosotros. Así nos hemos encontrado el casal socialista Joan Reventós esta mañana", ha lamentado.
De hecho, el domingo, al trascender las imágenes de Coripe, la ministra de Política Territorial y candidata del PSC a las generales por Barcelona, Meritxell Batet, condenó en la misma red social "todos los actos de intolerancia que se producen en esta campaña".