El presidente Quim Torra tilda de "aberración democrática" el auto de procesamiento dictado por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona contra personas, entre altos cargos de la Generalitat y directivos de los medios de comunicación de la Corporació Catalana de Mitjans (CCMA), por los preparativos del reféndum del 1-O. Torra, que ha hecho una declaración institucional al respecto, asegura que la nueva resolución judicial "confirma la deriva autoritaria, la ausencia de independencia judicial y la persecución política en un Estado de la Unión Europea". Los investigados se enfrentan a delitos de malversación de caudales públicos, desobediencia, falsedad documental, revelación de secretos y prevaricación.
Según el president, el juzgado "consolida el estado de excepción judicial a que se quiere someter una determinada ideología y un proyecto político, democrático y pacífico, como es la independencia de Cataluña. El procesamiento de decenas de cargos de la administración y de responsables de organismos públicos, pero también de trabajadores de empresas privadas, es una ofensiva más y una escalada en la persecución política contra un proceso que contó siempre con el mandato democrático, a través de sucesivas elecciones y programas electorales que nunca fueron prohibidos ni declarados ilegales".
"Falso relato de malversación"
"Procesar responsables políticos --añade-- por haber hecho lo que había sido comprometido en las elecciones con los ciudadanos es una aberración democrática y preocupante en la Europa del siglo XXI.
Reitero lo que ha sido siempre una evidencia. La Generalitat no ha sido perjudicada presupuestariamente ni de ninguna otra manera por la organización del referéndum del primero de octubre de 2017. Las acusaciones que se hacen en esta instrucción son el resultado de la construcción de un relato motivado por objetivos políticos. El relato inventado de la violencia es el mismo falso relato de la malversación y del resto de delitos que se atribuyen a los procesados".
Torra califica la resolución de "un paso más en la vulneración de los derechos civiles por los que tanto hemos luchado en este país. Y expresamos la determinación en avanzar en la consecución de los objetivos políticos que defendemos, es decir, la República Catalana, por las vías democrática y pacífica, como hemos hecho hasta ahora. Si alguien cuenta que con ataques como éste -y como todos los anteriores y los que puedan venir- abandonaremos nuestro compromiso con la libertad, que pierda toda esperanza".
En este sentido, afirma que "no hay cárceles, multas, exilios ni persecuciones que puedan frenar el anhelo de libertad de un pueblo como el catalán. Estamos orgullosos del 1 de octubre y de la determinación y la solidaridad colectiva que demostró la ciudadanía de nuestro país. No vamos a permitir nunca que nadie desvirtúe ni pretenda anular la voluntad del pueblo de Cataluña. La única manera de frenar el autoritarismo y la ausencia de justicia es siempre más democracia, más urnas, más votos y más voluntad popular".