El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha condenado la ocupación el pasado 1 de febrero de la sede de la Comisión Europea y el Parlamento Europeo en Barcelona por activistas de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Ese día, a las 18 horas, decenas de militantes de la entidad secesionista accedieron por la fuerza al interior de ambas delegaciones, mientras en el exterior hasta doscientos individuos de dicha plataforma bloqueaban el paso.
El comunicado en el que Juncker expresa su condena de los hechos llega en respuesta a una pregunta de la eurodiputada Teresa Giménez Barbat, que hacía hincapíe en que no era la primera vez que grupos separatistas irrumpían de forma violenta en una oficina institucional. “De hecho”, puntualizaba, “entre los cargos que pesan contra los dirigentes nacionalistas a quienes juzgará el Tribunal Supremo el próximo día 12 de febrero, figura, destacadamente, el asedio a la Consejería de Economía de la Generalitat”.
Estudian emprender acciones legales
Actualmente, las fuerzas policiales españolas están llevando a cabo un procedimiento de oficio que podría dar lugar a sanciones, de conformidad con la legislación española (Ley Orgánica 4/2015, de protección de la seguridad ciudadana).
En paralelo, la Comisión Europea está evaluando si deben adoptarse otras medidas legales adicionales en el marco de la legislación nacional española pertinente y de los procedimientos judiciales.