Repunte de la participación en las elecciones generales en Andorra ante la expectativa de cambio. El número de votantes a la hora del cierre de los colegios electorales, las siete de la tarde hora española, ha sido superior al de los últimos comicios parlamentarios, celebrados en 2015 y en los que arrasó Demòcrates per Andorra (DA).
En esta ocasión, el tablero político andorrano apunta a revolcón. En primer lugar por la mayor afluencia de ciudadanos a sus colegios electorales. A las siete de la tarde, hora del cierre, 18.636 de los 27.728 electores llamados a las urnas habían depositado su papeleta. La cifra era equivalente a un 68,32% del electorado o lo que es lo mismo, casi tres puntos más que en los últimos comicios de 2015 (65,62%). Con este incremento, se ha roto la tendencia de las últimas citas electorales, donde el número de sufragios válidos había menguado progresivamente.
Cambio de tendencia
El incremento de la participación en las elecciones al Consell General del estado pirenaico, la asamblea nacional, ha sido una tendencia durante toda la jornada. A las dos de la tarde, la cifra ha rebasado ya el 50% en varias parroquias del país europeo. A las cinco de la tarde y según información de Jordi Cinca, ministro portavoz en funciones, ha informado que un total de 16.865 electores, equivalente al 61,83% del censo, habían ejercido su derecho a voto.
Ello situaba la cifra de participación 2,88 puntos por encima de las últimas elecciones generales, en las que DA consiguió la mayoría absoluta. Al cierre de urnas a las siete de la tarde, el número de votantes se ha situado un 2,66% por encima del registrado cuatro años atrás. La jornada electoral, a su vez, se ha desarrollado sin incidentes remarcables. Cualquiera que fueran los decimales finales, el guarismo resultante consigna un cambio de tendencia respecto a la serie histórica, en los que la participación en Andorra había caído paulatinamente.
El gobierno, en un pañuelo
El vuelco estadístico se podría transformar en un cambio político en el Principado. Se prevé que Demòcrates sufra un castigo del electorado por las polémicas que han empañado el mandato de Antoni Martí, presidente saliente que no puede repetir porque ha agotado las dos legislaturas que marca la ley, y por la aparición de nuevos partidos que erosionarían a la formación.
Se cuentan entre las plataformas de nuevo cuño la euroescéptica Andorra Sobirana y Units pel Progrés d'Andorra, que podrían apuntalar una hipotética coalición entre Partit Socialdemòcrata y Liberals d'Andorra. Si se produjera este escenario, el socialdemócrata Pere López podría adelantar a Xavier Espot, relevo natural de Martí en la presidencia del microestado.