Josep Cuní Llaudet sigue a sus 65 años con el peculiar estilo periodístico que le ha convertido en un modelo a evitar para las nuevas generaciones profesionales: sienta cátedra en cada una de sus intervenciones radiofónicas o televisivas situándose siempre por encima de sus interlocutores so pretexto de que ese es el genuino y auténtico ejercicio de la comunicación. La última demostración de esa trasnochada veleidad tuvo lugar esta misma semana cuando entrevistó a la cabeza de lista del PP por la circunscripción de Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, con este medio, Crónica Global, como protagonista.
El locutor que vende una imagen de excelso rigor en su trabajo llegó a ser corregido por la entrevistada ante su escaso conocimiento del mapa de la comunicación catalán. Cuní inició su espacio radiofónico explicando a su audiencia que Álvarez de Toledo le daba a su espacio, Aquí Cuní, la primera entrevista a un medio de comunicación catalán. Rauda, la candidata popular le corrigió: no era exacto, había sido entrevistada por Crónica Global y por Abc Cataluña. Sin propósito de enmienda, Cuní no se apeó de su error y señaló que se trataba de dos medios españoles, más en concreto de sus delegaciones catalanas.
Cuní debe ser de los pocos profesionales de la comunicación en Cataluña que desconoce que Crónica Global nació en Barcelona, se edita desde una empresa catalana y la mayoría de su cada vez más amplio equipo de profesionales son todos ellos catalanes. Que desde ese marco, y gracias a su independencia editorial y empresarial, suscribió una alianza con El Español por el que ambas empresas tomaban una participación accionarial minoritaria del otro y compartían contenidos. Fue Álvarez de Toledo quien le respondió que si acaso su espacio radiofónico sí que pertenecía a un grupo español, la cadena SER, que a su vez cuenta con una participación accionarial de referencia (alrededor del 15%) en manos de la familia Godó.
El sesgo del comentario de Cuní coincide con el de muchos otros comunicadores nacionalistas que perseveran en el relato de que es de Cataluña aquello que está producido sólo en lengua catalana y mantiene complicidades con lo que se considera el hecho diferencial de la Comunidad Autónoma, pero que casi siempre deriva en posiciones políticas comprensivas, cuando no cómplices, con el nacionalismo.
Fracaso en 8TV
Después de un sonoro fracaso en la experiencia en la televisión del Grupo Godó, donde su caro programa no llegó a superar una cuota de pantalla del 3,3%, Cuní pasó a un segundo plano. Su regreso a la radio y su necesidad de reivindicar falsas exclusivas tienen que ver, según otros radiofonistas catalanes, con el mal pie inicial que parece tener el nuevo espacio radiofónico, que se emite a través de una parte (no la totalidad) de los postes emisores que explota la Cadena SER en Cataluña. Todo el sector está esperando a conocer en próximos días el primer EGM que medirá sus oyentes para conocer cómo ha recibido la audiencia un espacio que de momento no satisface las expectativas depositadas en él por sus principales patrocinadores, según ha podido conocer este medio.
Las apuestas son que Cuní no ha cuajado como una opción a considerar frente a sus dos competidores: Mònica Terribas (Catalunya Ràdio) y Jordi Basté (RAC1). “Es una radio de corte antiguo, decimonónica, de egolatría permanente, con un grupo de colaboradores que son una suerte de representantes de otro tiempo”, aseguran desde el equipo de producción de uno de los principales competidores.
Competencia frustrada
Pero a la espera de conocer si lo que el sector percibe se concreta en términos de escasos oyentes, lo que sí parece confirmado es que los cinco grandes patrocinadores que han financiado el regreso de Cuní a la radio no están satisfechos con el resultado. Un grupo de inversores publicitarios, en pleno proceso soberanista, apostó por darle apoyo a una propuesta vinculada a la Cadena SER que permitiera competir con Terribas y Basté sin carga independentista.
“Hay una cierta decepción. Escuchar las noticias de Andorra o de la Cataluña interior no era nuestra pretensión. Pero Cuní es muy suyo y quizá habrá que darle algo más de tiempo”, confiesa con resignación uno de los principales patrocinadores de su espacio. Al ser despedido de 8TV por la familia Godó, el periodista que condujo los matinales de la radio y la televisión catalana durante años, se encontró sin alternativas. Algunos de los que han acabado apoyando económicamente su proyecto en la radio fueron objeto de reproche por parte de Cuní del mal trato que había recibido después de salir del grupo propietario de La Vanguardia. “Nos vimos obligados a echarle una mano”, confiesan.
El catalán y Cataluña
Desde la propia Cadena SER se ha establecido como objetivo volver a los 500.000 seguidores de los mejores tiempos. Daniel Gavela, su director general, presentó Aquí, amb Josep Cuní como una apuesta para lograr de nuevo esos registros y lo hizo con la certeza de que la única forma de ser líder en Cataluña es hacerlo en catalán.
Lo que probablemente Gavela no sabía --como tampoco los patrocinadores-- es que el fichaje que estaba presentando participa de la idea de los nacionalistas de que en Cataluña solo existe el catalán, que lo que se manifiesta en castellano no es del país.