La Fiscalía de Cataluña ha comunicado que, durante 2017 --últimos datos publicados--, se presentaron 121 denuncias por delitos de odio por orientación política en la comunidad autónoma. Las acusaciones de este tipo han reflejado una subida del 124% respecto al año anterior, cuando las diferentes instancias policiales presentes en la región recibieron 54 de estos requerimientos.
Estos datos están reflejados en la última memoria anual de la Fiscalía catalana, que fue presentada ayer en el Parlament. Francisco Bañeres, fiscal superior de Cataluña, fue el encargado de exponer estas cifras ante la comisión parlamentaria de Justicia, que recibieron no pocas quejas por parte de los partidos independentistas catalanes. El secesionismo es señalado en la memoria como la causa principal del desmesurado aumento de este tipo de delitos.
Culpa del independentismo
El contexto vivido durante 2017, caracterizado por la aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno de Mariano Rajoy y, consecuentemente, la falta de ejecutivo en Cataluña, ha marcado la labor de estas instancias judiciales. En el apartado de la memoria sobre la situación de las fiscalías provinciales, la institución señala que las "reivindicaciones independentistas" han sido las causantes de "un aumento del número de diligencias de investigación así como de los delitos de odio y discriminación".
Este tipo de delitos está dividido por sus diferentes naturalezas. El odio por orientación política es la segunda rama con un mayor número de denuncias, solo superada por el odio étnico, por origen y/o racial, que ha reflejado 134 denuncias en 2017. Porcentualmente, el delito de odio que más ha aumentado es el de motivos religiosos, que ha pasado de 13 denuncias en 2016 a 34 en 2017 --una crecida del 162%--. En segunda posición se encontraría el de naturaleza política.