El discurso es duro. Y expresa una posición clara: ningún pacto con el PSOE ni con Pedro Sánchez. Es la opción de Albert Rivera, que funciona ahora a golpe de fichajes. En el número cuatro en la lista por Madrid, ha situado a Edmundo Bal, el abogado del Estado que fue destituido por el Ministerio de Justicia al no renunciar a la acusación por rebelión en el juicio del procés. Esa destitución obligó a cambios rápidos, y a la designación de Rosa María Seoane, que es la que se dirige, desde el Ministerio Fiscal, a los acusados en el juicio del 1-O.
Bal mantiene que los acusados cometieron un delito de rebelión. Y ahora, tras asegurar que se le conoce como “el cesado”, ha decidido enrolarse en las filas de Ciudadanos, como lo ha hecho también el exejecutivo de Coca Cola, Marcos de Quinto, que irá de número dos de Rivera.
"Me pidieron que mintiera"
En un acto público en Majadahonda, en Madrid, Rivera ha presentado a Bal. “Es un honor, es un placer, decirte que sí”, ha asegurado. “Me pidieron que mintiera y me negué, no soy un héroe, sólo cumplía mis obligaciones trabajando para el país”, ha añadido.
Pero para Rivera es todo lo contrario. Supone un valor con el que puede exhibir su posición dura, su distancia cada vez mayor con los socialistas. Lo que pueda pasar, tras la noche electoral del 28 de abril, nadie lo sabe y obligara a todos los partidos a tomar decisiones rápidas. Pero el muro parece difícil de saltar, a la hora de establecer pactos, cuando se quiere enfatizar, por parte de Ciudadanos, que el Ministerio de Justicia habría forzado esa retirada de un abogado del Estado.
Gobernar con el PP y Vox
Rivera lo ha constatado. “Yo sigo pensando que eres un héroe y me hace una gran ilusión, para mí es uno de los días más especiales desde que entré en política”, ha señalado el presidente de Ciudadanos.
El objetivo número uno es superar al PP, y buscar, a partir de la fuerza electoral de cada uno, una coalición de gobierno con el propio PP y con Vox. Todo en Ciudadanos está destinado ahora a esa posibilidad, una vez descartado por completo un acercamiento al PSOE, que no forma, según Rivera, parte del bloque constitucional.