Sintomático, porque son dos formas de entender el proyecto que debe impulsar el PP. El eurodiputado Santi Fisas, un histórico dirigente del PP, ha reprochado al flamante fichaje de Pablo Casado, Cayetana Álvarez de Toledo, que se vanaglorie de no hablar catalán. La polémica entre los dos se ha desarrollado en las redes sociales y evidencia que el nuevo PP de Casado quiere combatir el independentismo desde la raíz, con la idea de que no debería existir una especificidad en el trato a Cataluña.
Cayetana Álvarez de Toledo ha defendido que si desde Cataluña se le acusa de no ser catalana, o de no hablar el catalán, su propio proyecto se verá reforzado y tendrá más sentido, porque lo que reivindica es una España de ciudadanos, con derechos y obligaciones, dentro del espíritu que se defiende en la asociación que impulsó, Libres e Iguales. Próxima a José María Aznar, y en el núcleo de Faes, Álvarez de Toledo está dispuesta a romper esquemas.
Fisas, un histórico del PP
Fisas, catalán, que ha sido consejero de Cultura en la Comunidad de Madrid, entre otras responsabilidades, no comparte ese proyecto de enfrentamiento directo con el independentismo o con el nacionalismo. Y así lo ha evidenciado: “Decir que no hablar catalán da más sentido a tu candidatura es un desprecio a Cataluña y a la lengua catalana. Así no se combate la autodeterminación”, ha asegurado.
Álvarez de Toledo le ha contestado, dejando claro que su aseveración se debía enmarcar en una reflexión más larga. No es que ella no quiera hablar catalán, sino que si le acusan de ello, entenderá que su proyecto político cobrará más sentido.
A la cabeza de lista por Barcelona, el PP catalán la apoya. Su presidente, Alejandro Fernández, comparte esa idea de plantear de raíz el problema catalán. Sus palabras no dejan duda y suponen un duro reproche a sus adversarios. “Mientras otros huyen de Cataluña, el PP atrae talento para defender la libertad de todos los españoles”, ha señalado, en alusión a Inés Arrimadas, que irá al Congreso, o a Juan Carlos Girauta, que se presenta por Toledo, después de hacerlo por Barcelona.