Movimientos en el seno de Ciudadanos. El partido de color naranja, asociado directamente con el rostro de Albert Rivera, ha comenzado a sufrir grietas internas. Y el primer síntoma se ha producido en Castilla y León. El responsable del área económica de partido, Luis Garicano, candidato a las elecciones europeas, y cuyo fichaje le dio credibilidad y grosor al discurso ideológico de Cs, ha ganado un primer pulso a Rivera. Su candidato en aquella comunidad, Francisco Igea, ha ganado a la candidata del líder del partido, Silvia Clemente.
Se trata de una elección decisiva y que puede marcar el futuro inmediato de la formación. Junto con Garicano se ha alineado Toni Roldán, diputado en el Congreso. Igea, diputado por Valladolid, representa lo que las bases de Ciudadanos defienden: meritocracia, honestidad y trabajo.
Votación con más votos que votantes
En cambio, Rivera insiste en un partido que sepa aprovechar el momento, con fichajes allá donde los encuentre: desde la propia Silvia Clemente, presidenta hasta hace unas pocas semanas del parlamento de la comunidad, y que ha dejado el PP, hasta Joan Mesquida, exdirigente del PSOE, que será candidato de los naranjas en Baleares. Y en su apuesta cuenta con el incondicional José Manuel Villegas.
El problema es que la votación en esas primarias en Castilla y León ha sido caótica y ha demostrado los deseos de Rivera y de su estrecho círculo por lograr la victoria de Silvia Clemente. De forma precipitada, el partido dio los resultados con Clemente como ganadora, pero Igea impugnó los resultados, y el comité de garantías detectó este lunes que 82 votos, atribuidos inicialmente a la expresidenta del parlamento autonómico eran nulos. Hubo más votos que votantes.
Garicano y Rivera, en una reunión europea
Como un solo hombre
Tras un fichaje de última hora, hace sólo dos semanas, Rivera consiguió arrebatar a Clemente del PP, con la candidatura a la presidencia de Castilla y León de cara a las elecciones del 26 de mayo. Esa decisión provocó un gran malestar interno, que capitalizó Luis Garicano, con su apuesta sin fisuras por Igea. Y ahora ha ganado ese primer pulso.
Villegas admitió “el error”, calificado de “humano”, y ofreció los resultados finales: Igea obtuvo 526 votos de los afiliados, el 51%, por los 479 de Clemente, el 47% de los sufragios. “Ahora todos como un solo hombre para que Igea gane estas elecciones”, señaló. El hecho es que, inicialmente, el número de votos emitidos, 1.013, no coincidía con el la suma de los tres candidatos presentados, Clemente, con 561; Igea, con 526, y Vanesa Pérez, con siete, lo que sumaba un total de 1.094.
Pactar con el PSOE
Pero, ¿qué está pasando? Al margen de esas diferencias, respecto a los candidatos, hay una cuestión de fondo. Rivera insiste en rechazar un acuerdo con Pedro Sánchez y con el PSOE tras las elecciones generales del 28 de abril. No es la posición de Luis Garicano, aunque en la ejecutiva su posición es minoritaria. Garicano rechaza que un posible gobierno de Ciudadanos con el PP reciba el apoyo de Vox, y, pide que se explore una aproximación con los socialistas.
En ese terreno también tiene el apoyo de Roldán, hijo de uno de los dirigentes históricos del PSOE, Santiago ‘Curri’ Roldán.
Villegas y Rivera en una ejecutiva de Ciudadanos
Pericay, también derrotado
Eso no se podrá resolver hasta que todos los partidos tengan los resultados sobre la mesa, en la noche del 28 de abril. Antes, y como ha ocurrido en Castilla y León, Rivera deberá afrontar otros entuertos. Uno de ellos, fuerte por lo que representa, es la derrota en Baleares. El candidato de Rivera, Xavier Pericay, a la presidencia del Govern balear, ha perdido las primarias ante el empresario Marc Pérez-Ribas. Pericay representa la apuesta inicial de Ciudadanos, desde Cataluña, por hacer bandera de su rechazo a la inmersión lingüística. Y es el portavoz del partido en el parlamento balear.
Xavier Pericay
La dirección de Ciudadanos está recibiendo una contestación interna, de las bases, con la que no contaba, acostumbrada a dictar todas sus decisiones con un funcionamiento vertical, con Albert Rivera en la cúspide. A pocas semanas de las elecciones generales y de las autonómicas y municipales, Rivera siente que puede tener adversarios internos a medio plazo.