Un "tal Toni" ha sido el recurso usado por los exempleados de Unipost para no concretar la persona procedente de la Generalitat con quien establecieron contacto para difundir las papeletas, sobres y carteles propagandísticos para el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Durante el interrogatorio de esta tarde en el Tribunal Supremo, el diseñador gráfico que se encargó de intermediar con las empresas para la difusión de los carteles del 1-O, Enric Vidal Famadas, ha afirmado que "supuso" que el "tal Toni" podía ser Antoni Molons, el exsecretario de Difusión y Atención Ciudadana que fue destituido tras ser investigado por un posible uso de fondos públicos para la votación ilegal.
"No le conozco, pero supuste que era él", ha abundado Vidal Famadas ante la insistencia del fiscal Jaime Moreno. De acuerdo con el testigo, estableció dicha relación cuando vio en las noticias que Molons había sido detenido, aunque ha dicho que no le conocía personalmente.
Ni facturas ni cobros
El diseñador ha explicado que, en nombre de ese Toni, contactó con tres imprentas: Artyplan, Global Solutions y Marc Martí. Su labor era enviar los carteles para que "miles" de ellos se imprimieran. Por su gestión --ha añadido-- no cobró, ni pasó factura, ni tuvo la intención de facturar. "Después de ver el panorama uno no se esfuerza por lo que podría cobrar por el trabajo", ha respondido ante la pregunta de la Abogacía del Estado. No obstante, ha dicho que previamente sí pensó en cobrarles.
Vidal Famadas se reunió una vez a principios de septiembre en el hotel Colón de Barcelona con su intelocutor, quien le hizo entrega del material mediante un USB. De acuerdo con su testimonio, en ningún momento ninguna de las tres imprentas le "pidió quién les pagaría los trabajos" ni tampoco les comentó que el pedido procedía de la Generalitat.
Malversaión frustrada
El engima sobre la malversación sigue planeando por la sala segunda del Tribunal Supremo. Los interrogatorios iban dirigidos a probar una posible concertación entre Ómnium Cultural y el Govern para publicitar el referéndum. El diseñador, que es socio de la entidad cultural presidida por Jordi Cuixart, ha insistido en que no tenía "ni idea de cómo sería el pago". Su interlocutor del Govern "tampoco me contó como me había encontrado. Mi nombre es público y tengo página web", ha remachado.
No obstante, el empleado de la empresa Artyplan, Enric Marí, ha confirmado un pedido no cobrado por 17.250 euros. Un montante que por la mañana también ha comentado la encargada de Recursos Humanos de la misma compañía, Rosa María Sans. Además, Marí, ha vinculado a Ómnium y la Generalitat por lo que respecta a los carteles por el 1-O. Una vinculación que se habría hecho a través de la figura mediadora del tal Toni o Antoni Molons. Y que allana el terreno a algun tipo de malversación, ya sea por tentativa de malversación, malversación frustrada o administración desleal. Este último fue reformado en 2015 para que la justicie investigue también a quienes lo cometan respecto del patrimonio público.
El papel de Molons
El anterior Gobierno de Mariano Rajoy, utilizando sus atribuciones derivadas del artículo 155, decidió tras un Consejo de Ministros destituir al entonces secretario de Difusión y Atención Ciudadana de la Generalitat tras el registro que la Guardia Civil hizo en su domicilio y en su despacho en el Palau de la Generalitat en el marco de unas diligencias ordenadas por el Juzgado número 13 de Barcelona que investiga un posible uso de fondos públicos durante el referéndum del 1-O.
Después de ser detenido en el marco de los registros, el Instituto Armado dejó en libertad a Molons. El exsecretario de Difusió del Govern cesado liderado por Carles Puigdemont se acogió a su derecho de no declarar ante la Guardia Civil a la espera de ser llamado por el magistrado. Molons dependía del departamento de Presidencia dirigido por Jordi Turull hasta su cese el pasado 27 de octubre.