El diputado de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, aseguró durante la campaña electoral de las últimas elecciones generales que ocuparía un escaño en la Cámara de representantes tan solo durante 18 meses. Así lo aseveró en diversas entrevistas y debates electorales, como el que se desarrolló en prime time en TV3 y ante la pregunta explícita de la moderadora Mónica Terribas.
Este plazo de tiempo respondía al objetivo que se habían marcado los nacionalistas para lograr la independencia de Cataluña. Y el plan era abandonar el Congreso una vez Cataluña fuera un Estado independiente o dimitir por no haber cumplido con su promesa política.
Finalmente no hubo abandono de la Cámara Baja, aunque el discurso oficial de ERC se mantenía en no reconocer la legitimidad ni del Congreso de los Diputados ni los tribunales españoles. No obstante, no renunciaron ni a su escaño ni a su sueldo.
Cambio de estrategia
Ante la nueva convocatoria electoral, y una vez el proceso secesionista parece haber llegado a su fin, Rufián ha cambiado la estrategia para justificar su permanencia en el Congreso. Se trata de “combatir el fascismo”, ha afirmado en reiteradas ocasiones en las redes sociales.
La probable eclosión de Vox en el Parlamento puede variar las mayorías actuales, y hacer que PP y Cs sumen con el partido liderado por Santiago Abascal. Este nuevo escenario ha propiciado que la izquierda nacionalista, junto a Podemos, insten a su electorado a movilizarse para impedir “el avance de la derecha”.
El fichaje de Alamany
El fichaje de Elisenda Alamany, actual diputada autonómica de Catalunya En Comú, entraría en esta lógica. Sumar a dirigentes del entorno de los comuns para hacer un “frente de izquierdas”, al tiempo que se mantiene el relato de “ampliar la base” de cara a una futura independencia de Cataluña.
Alamany abandonó el grupo parlamentario de Catalunya En Comú-Podem (CeC-P) el pasado miércoles criticando con dureza a quienes habían sido sus compañeros, aunque sin renunciar a su asiento en la Cámara legislativa catalana, donde todavía se mantiene como diputada no adscrita.
La “mala educación” de Rufián
El diputado nacionalista ha destacado en la todavía vigente legislatura por sus diatribas contra sus adversarios políticos. Rufián ha llegado a llevar una impresora en la Cámara de representantes como parte de sus discursos políticos.
Como publicó este medio, la prestigiosa revista Journal of Pragmatics publicó un artículo científico en el que describía el discurso del diputado como "la esencia de la descortesía". Todo parece indicar que queda Rufián para rato, ya sea bajo el supuesto de “ampliar la base” secesionista o el de “combatir el fascismo”.