La gestión museística de la Diputación de Barcelona se ha convertido en un problema para el PDeCAT. El ente presidido por el alcalde de Igualada Marc Castells, es el responsable del Museu Marítim y del Museu de les Arts Escèniques (MAE), centro este último vinculado al Institut del Teatre. En pocos días se confirmará si, como se especula en ámbitos culturales, hay un trasvase en la dirección de esos museos, pues tras la jubilación de Roger Marcet, que estuvo 20 años al frente del Marítim, suena como sucesora Anna Valls Passola, actual directora del MAE.
Reproducción de la Galera Real de Juan de Austria en el Museo Marítimo de Barcelona / WP
La polémica acompaña a ambos museos, pues a la opacidad del proceso de selección del nuevo director del Marítim, que será elegido a dedo sin que se conozca la identidad de los candidatos, tal como publicó ayer Crónica Global, se une la parálisis existente en el MAE, que lleva casi 20 años buscando un nuevo emplazamiento. El relevo en el Marítim llega tarde, pues la incorporación estaba prevista para la primera quincena del mes de octubre de 2018.
En búsqueda de una nueva sede
Por su parte, la falta de presupuesto ha impedido encontrar una sede en condiciones para el MAE. Pero según explican a este diario fuentes de la Diputación, este centro ha ido incorporando una importante colección durante estos años, por lo que no ha perdido su músculo cultural.
Proyecto para la rehabilitación del Teatro Arnau de Barcelona
En 2011, la itinerancia que los fondos del MAE arrastraban desde 1996 estuvo a punto de finalizar gracias a un preacuerdo suscrito entre la Diputación y el Ayuntamiento de Barcelona para que la Casa de la Prensa, situada en la avenida Rius i Taulet, acogiera esos fondos. Este edificio modernista, obra del arquitecto Pere Domènech i Roure --hijo de Lluís Domènech i Montaner-- acogió a los periodistas que cubrieron la Exposición Internacional de 1929.
Sin dinero para rehabilitaciones
Sin embargo, la rehabilitación de la Casa de la Prensa, cuya titularidad es municipal, tenía un coste de 6 millones de euros. Una cantidad que, en plena crisis económica, se volvió inasumible por la Diputación, que intentó involucrar en el proyecto a la Generalitat.
Palacio de la Prensa en la avenida Rius i Taulet de Barcelona / WP
La operación quedó frustrada y se buscaron nuevos emplazamientos. Uno de ellos fue el antiguo Teatre Arnau, situado en la avenida Paral·lel. Los técnicos analizaron este emblemático edificio para ver qué posibilidades tenía, pero finalmente se descartó porque, además de carecer de una capacidad suficiente para albergar las colecciones, también resultaba caro.
El MAE sigue a la espera de encontrar una nueva sede para sus obras, que incluyen más de 30.000 piezas relacionadas con la danza, el teatro y la ópera, como indumentaria, escenografía y marionetas, así como 300.000 documentos, cartas, programas de mano, carteles y fotografías.