Arranca la semana con una nueva pugna entre Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, esta vez a cuenta de los presupuestos de la Generalitat. No en vano, el movimiento/partido Crida Nacional acaba de nacer con el propósito de poner más presión a ERC.

Lo hace llamando a la unidad independentista para tapar la desunión convergente. Así, el antiguo liberalismo nacionalista se divide hoy entre la Crida y PDeCAT, y el cisma en Junts per Catalunya y en el grupo parlamentario convergente en el Congreso es cada vez más evidente. Por el contrario, ERC se mantiene como la favorita en las encuestas de intención de voto y tiende puentes con otras formaciones de la izquierda como los comunes y PSC.

Los intelectuales, de perfil con la Crida

El tiempo dirá si la Crida lleva en sí el germen de su propia destrucción, tal como ya presagian intelectuales afines al secesionismo --Puigdemont y Quim Torra pierden apoyos mediáticos por momentos y lo saben--, que interpretan esos llamamientos a candidaturas unitarias como síntomas de debilidad. Sin embargo, Puigdemont aprieta. Y eso contamina la acción de gobierno, en concreto los presupuestos de la Generalitat de 2019, actualmente bloqueados. Se trata de la ley más importante de toda legislatura, pero no hay visos de que se vayan a prosperar.

sede pdecat

Pintada ante la futura sede de PDeCAT en la calle Calabria de Barcelona / CG

De “esperpénticas” tildó ayer la portavoz de ERC, Marta Vilalta, las declaraciones del portavoz parlamentario de JxCat y dirigente de la Crida, Albert Batet, en las que pidió “responsabilidad” a ERC en la negociación de las cuentas catalanas con Catalunya en Comú-Podem. Puede que a Batet le traicionara el subconsciente, pues a continuación matizó y aseguró que su pulla iba dirigida a los comunes, que acaban de anunciar que suspenden las negociaciones. Su líder en el Parlament, Jessica Albiach, asegura no tener garantías de que la Generalitat revertirá los recortes aplicados durante el mandato de Artur Mas durante la crisis económica. Cataluña es la única comunidad que no lo ha hecho.

Sin proyecto, solo goteo de cifras

Tanto los comunes, interlocutor preferente de los independentistas, como PSC aseguran que en sus conversaciones con el vicepresidente económico Pere Aragonès, no se ha puesto encima de la mesa ninguna cifra, proyecto o documento que permita averiguar por dónde van las cosas. Los consejeros sirven en cuentagotas las futuras cifras de sus respectivos departamentos durante sus comparecencias públicas --20 millones por aquí para subvencionar a las guarderías, 16 millones por allí para Cultura…--, pero nada se sabe de la globalidad del proyecto, ni de la fiscalidad que contempla, ni del aumento de las partidas destinadas a política social. Eso sí: la excusa para no avanzar en esas materias es la falta de unas cuentas nuevas.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, en el congreso fundacional de la Crida Nacional per la República / CRIDA

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, en el congreso fundacional de la Crida Nacional per la República / CRIDA

El Gobierno de Pedro Sánchez, que tampoco tiene garantizada la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) --los independentistas se resisten a permitir su tramitación en pleno juicio por el 1-O--, sí ha explicado el contenido de los mismos. No así Aragonès. Los socialistas se muestran escépticos respecto al futuro de las cuentas catalanas, mientras que Albiach abundaba en las discrepancias existentes entre PDeCAT y ERC, asegurando que los primeros se muestran más proclives a negociar los presupuestos que ERC.

La entente ERC-comunes

Unas declaraciones, las de la dirigente de los comunes, que ha descolocado a los republicanos, aunque también desprenden un aroma preelectoral. Y de presión respecto a los PGE.

ERC y los comunes pescan en caladeros de votos similares, pero tienen muy avanzadas las conversaciones de cara a los pactos postelectorales. En Barcelona, Ada Colau y Ernest Maragall han visualizado el deshielo respecto a la etapa de Alfred Bosch --exconcejal de ERC y actual consejero de Exteriores del Govern-- pactando la unión de los tranvía por la avenida Diagonal.

Que, en materia de presupuestos, los neoconvergentes dejen a ERC a su suerte forma parte de una campaña de acoso al partido de Junqueras que comenzó hace un año, cuando Puigdemont insistió en ser ungido presidente, a pesar de fugarse a Bélgica. El de Girona no ha perdonado a Roger Torrent (ERC), presidente del Parlament, impidiera esa investidura un 30 de enero que el núcleo duro de Puigdemont ya ha comenzado a conmemorar.

El amparo ante el TC

La semana pasada pidieron el amparo al Tribunal Constitucional por la negativa de la Mesa del Parlament a permitir el voto de Puigdemont. Y este fin de semana, Quim Torra reiteraba que el objetivo principal de La Crida es investir presidente a Puigdemont. Ayer, JxCAT puso el acelerador en la creación de una comisión de investigación de la monarquía, a sabiendas de que el TC analiza el recurso del Gobierno español contra la resolución abolicionista de la Cámara autonómica en la que se reprobó al Rey.

Todo lo demás parece secundario. De la rivalidad entre Puigdemont y Junqueras también da fe la contraprogramación que tendrá lugar hoy. El líder de ERC tiene previsto pronunciar este martes una conferencia, cuyo formato se desconoce, con la que su partido arranca toda una serie de actos preelectorales. Los republicanos ya anunciaron que enfocaban el juicio del 1-O como una campaña, aunque sin convertirlo en un show. También mañana, Puigdemont pronunciará una conferencia en el Senado Irlandés y en el Trinity College de Dublín invitado por el Sinn Féin y el Trinity Research in Social Sciences (TRISS) de la universidad, respectivamente.