El frente abierto por el abogado de Quim Forn, Xavier Melero, ante el juicio sobre el 1-O ha agrietado el discurso unitario que mantenía el independentismo. Abogados y expertos en Derecho Penal reconocen que “es razonable y totalmente lógica” la línea de defensa de Melero cuando afirma que la huida de Marta Rovira a Suiza podría haber influido en el tribunal a la hora de aplicar la prisión provisional al resto de procesados.
El abogado penalista Carles Monguilod señala que “no se puede descartar” que el tribunal considere que los imputados “han actuado en común acuerdo” y, en consecuencia, recurra a la medida de aplicarles la prisión preventiva después de ver que algunos de sus compañeros de Gobierno se han fugado.
Peligrosidad inherente
A la misma conclusión llega el letrado experto en extradiciones Jacobo Teijelo. “Está demostrada la relación entre ellos y si hay uno o dos que han marchado los demás ya saben qué pueden hacer para eludir a la justicia”. No obstante, matiza que en contra de este argumento también existe el hecho cierto de que los encarcelados se “personaron voluntariamente ante el juez”.
La “peligrosidad inherente” también es un argumento que contempla el abogado Marc Molins, del despacho Molins & Parés, a la hora de explicar la afectación que ha tenido sobre los dirigentes encarcelados la decisión de huir de sus compañeros. Pero apunta, como Monguilod, que el “derecho Penal es personal” y que no se puede “trasladar el criterio acerca de un tercero a Junqueras o Forn”. “Forn volvió y demostró que no tenía intención de huir. No se pueden extrapolar las consecuencias a un tercero”.
Conducta de futuro
A juicio de estos expertos, la fuga del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, así como de la exsecretaria general de ERC y la diputada de la CUP también ha tenido una afectación incuestionable en la “capacidad de generar un ámbito de impunidad”. “Los que están en la cárcel saben que si son capaces de cruzar la frontera el riesgo que representa el juicio desaparece. A ojos del tribunal es normal que valoren esta circunstancia”, abunda Molins.
Monguilod añade a este respecto que el juez valora “una conducta de futuro” a la hora de aplicar la prisión preventiva. Por lo que respecta al proceso judicial, Molins descarta que la fuga de las exdiputadas autonómicas pueda seguir influyendo: "En el plano del enjuiciamiento solo opera el Derecho Penal personal. No veo que pueda haber transversalidades posibles. No tendrá influencia en la sentencia, solo en el plano de la prisión preventiva".
Puigdemont vs Rovira
Fuentes de la defensa, implicadas en el proceso, se muestran más prudentes para no perjudicar a sus clientes. Explican a este medio que su “ánimo no es contradecir a Melero”, pero recuerdan que en el primer auto de procesamiento del juez Llarena --momento en el cual solo Puigdemont había cruzado la frontera-- ya valora que se ha incrementado el riesgo de fuga.
La cronología de los acontecimientos también refuerza los argumentos a favor de la valoración de Llarena. El juez instructor del 1-O decide volver a ingresar a los dirigentes catalanes en prisión provisional cuando Marta Rovira no se persona junto a sus compañeros en la citación a la vistilla. A partir de este momento, sus compañeros que sí se han presentado ante el tribunal no vuelven a pisar la calle.
El caso de Anna Gabriel
Mucho se ha especulado sobre la fuga de Anna Gabriel a Suiza, dado que su imputación por desobediencia no conlleva pena de cárcel. A diferencia de Rovira, su partido no formaba parte del Ejecutivo y su compañera de filas, Mireia Boya, fue a declarar por los mismos cargos y permanece en libertad.
Los tres abogados consultados, así como fuentes de la defensa, coinciden en asegurar que “no tiene ningún sentido” a nivel jurídico su traslado a Suiza. “Es una decisión personal y voluntaria, no por la amenaza del proceso penal”, explican fuentes de la defensa. Teijelo considera que, además, en Suiza “se ha apartado de la política, tiene un trabajo y lleva una vida normal”, lo que excluye “la posibilidad de reiteración delictiva”.
El único argumento jurídico que puede ofrecer respuesta a su marcha --explica Molins-- es que en aquel momento la imputación era provisional y cabía la posibilidad de que se le imputara también “un delito de malversación”, que conlleva una “responsabilidad civil muy importante”. Pero finalmente no ha sido así.
¿Qué pasa si vuelven?
Monguilod tiene pocas dudas de que Rovira será arrestada: “Sigue habiendo una orden de busca y captura en territorio nacional sobre ella”. Respecto al hecho de que declarase como testigo como solicitaron algunas partes del juicio añade que “tendría la obligación de decir la verdad”, cosa que no ocurre si declara “como imputada”. En algún sentido podría resultar más perjudicada que los dirigentes en prisión preventiva.
Por lo que respecta a Gabriel, podría basar su defensa alegando que no ha tenido responsabilidad directa. En su caso, explican las fuentes consultadas, todo indica que está “esperando a que pase la marea” y se “esclarezca su panorama” para valorar si es la hora de volver.