Sergi Sol se ha convertido en el cabeza de turco de una parte del independentismo que discrepa con el nuevo rumbo que ha tomado ERC tras el fallido procés. El responsable de comunicación de ERC no solo está en cuestión por los llamados indepes hiperventilados o jóvenes turcos --la galaxia de simpatizantes del candidato a la Alcaldía de Barcelona, Jordi Graupera-- sino también por algunos militantes de base que amagan con darse de baja del partido.

Pese a que Oriol Junqueras --en prisión preventiva por su presunta implicación en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017-- sigue siendo el líder de su formación, todas las miradas discrepantes se centran en el que fuera jefe de Gabinete de comunicación del vicepresidente del Govern cesado. La razón de esta diatriba focalizada en su figura se debe a distintos motivos, entre ellos, la elevada responsabilidad que tiene en el seno de la formación o el cambio radical que ha hecho en su discurso en poco tiempo.

Instan a convocar elecciones

El filósofo Bernat Dedéu fue uno de los primeros en denunciar públicamente el viraje político del exjefe de comunicación de vicepresidencia. En una intervención en el programa Tot es mou, de Tv3, aseguró que poco tiempo antes de la declaración unilateral de independencia (DUI) el mismo Sol le aseguró que si Junqueras no declaraba la independencia “él mismo lo sacaría al balcón de la Generalitat con un cuchillo”.

“Le he escuchado decir las mismas cosas de cuando criticaba a los convergentes”, prosigue Dedéu segundos previos a pedir la convocatoria de elecciones por el incumplimiento de sus promesas electorales: “ERC quiere sustituir a la Convergència de toda la vida. Fantástico. Pero entonces que ERC haga un Congreso, que consulte sus bases programáticas con su militancia y que vayan a elecciones, que es lo que hacen los países normales”.

“El cáncer del independentismo”

Gran parte de la reacción airada contra Sol proviene del artículo que publicó el pasado 6 de enero en El Nacional acusando a una parte del nacionalismo de “cáncer”. Una posición que no concitaba el acuerdo entre las diferentes sensibilidades del movimiento independentista.

Sol se despechaba de esta facción más purista del nacionalismo acusándoles de temerarios: “no se construye nada sobre el griterío de temerarios --el verdadero atajo para condenarnos al autonomismo de facto por años y años--, ni sobre la crispación, ni con consignas encendidas de akelarres patrióticos que sólo encienden a los más entusiastas y los alejan del resto del país”.

ERC, la nueva CiU

El historiador Enric Vila se sumaba a las críticas contra Sol secundando las palabras de Dedéu: “A mí me dijo que, si era necesario, haría salir a Junqueras del balcón con una pistola en los riñones. Que lo haría él o cualquier otro dirigente del partido. Que esta era la gran diferencia con CiU”.

Impugnación del mandato del 1-O

Otros dirigentes de ERC que son objeto de críticas son el actual presidente del Parlament, Roger Torrent, que se atrevió a cuestionar el “mandato del 1-O”, algo que hasta la fecha nadie había hecho abiertamente desde las filas republicanas. En una entrevista en Catalunya Ràdio sostenía que “no hay nadie más independentista que nosotros, pero antes somos demócratas y aceptamos el resultado”.

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Mensaje por Whatsapp criticando a Torrent

El sociólogo Salvador Cardús compartía una conversación de Whatsapp en la que mostraban su consternación por las palabras de rechazo de Torrent a materializar el resultado de la votación tumbada por el Tribunal Constitucional.

¿Baja de militantes?

El activista independentista y también periodista Gerard Sesé admitía en un artículo en el digital afín a ERC donde trabaja la posibilidad de perder el trabajo por sus críticas a Sergi Sol.

Sesé aseguraba que era militante de ERC desde los tiempos en que no existían alternativas secesionistas, pero que se daba de baja por el nuevo posicionamiento que adquiría la formación bajo el mando de Sol: “No puedo entender lo que hace Sergi Sol, porque tiene tanto poder dentro de la formación y por qué los militantes no protestan. No puedo entender las letanías bíblicas de Oriol Junqueras. El tono descafeinado de Roger Torrent. El uso intencionado de todo un tótem como Joan Tardà para virar el discurso estratégico. Un Rufián que va por libre y un Lluís Salvadó desaparecido”.

El partido, no obstante, sigue con su nuevo objetivo de “ampliar la base” del independentismo y no le da demasiado crédito a estas amenazas que presionan con darse de baja. Las próximas elecciones en Barcelona servirán para medir el pulso de ERC así como su nueva estrategia frente a los críticos.