Los sindicatos de Mossos d’Esquadra se han conjurado para no caer en la trampa del presidente Quim Torra, a quien acusan de buscar el conflicto el 21D, fecha en la que está prevista la reunión del Consejo de Ministros del Gobierno español, para que no estén a la altura. Se prevén altercados y así consta en el comunicado enviado por la Consejería de Interior a los agentes, como previa a la resolución sobre el dispositivo.
Oficialmente, no habrá “gripe azul” (en alusión al color del uniforme del cuerpo), esto es, bajas masivas como medida de presión laboral. Pero según aseguran a Crónica Global fuentes policiales, hay numerosas ABP (Áreas Básicas Policiales) que ese día estarán prácticamente desiertas, especialmente en Girona y Lleida, donde a los motivos estrictamente laborales se suma el activismo independentista de los mossos que quieren sumarse a los Comités de Defensa de la República (CDR) el 21D. “Lo que pasa es que hay mossos que hace días que habían comunicado sus bajas. Cae una ABP tras otra, esto es un cuerpo de policía roto y hundido”, aseguran estas fuentes. En Barcelona, por contra, no hay mayoría independentista y las bajas no serán tan evidentes.
Manifestacion ante Interior
El malestar entre los Mossos va en aumento después de varias protestas para denunciar su precariedad laboral. En concreto, quieren la equiparación salarial con los Bomberos de la Generalitat que, a su vez, también protestan por el exceso de horas extras.
De hecho, este mismo miércoles, los principales sindicatos policiales --entre ellos, el CSIF, el más representativo en las administraciones públicas-- junto a la plataforma MosS.O.S. han convocado una nueva manifestación de mossos a las 15.30 horas ante la Consejería de Interior de la Generalitat coincidiendo con el Consejo de Policía Extraordinario. Los agentes acusan a Interior de "falta de voluntad negociadora".
El viaje de Buch a Waterloo
A todo esto se unen las críticas de los policías autonómicos por la escasez de patrullas y la “politización” que imprime el consejero de Interior, Miquel Buch. Le reprochan su reciente viaje a Waterloo a rendir cuentas con Carles Puigdemont, lo que a su juicio, demuestra cuáles son sus prioridades.
Mientras tanto, el Govern sigue apretando y los representantes de los mossos denuncian un nuevo ejemplo de acoso del departamento. En efecto, el sindicato SAP advierte de que el Gabinete médico de la Dirección General de la Policía, situado en la comisaría de la calle Bolivia, está llamando a los agentes que están de baja para que acudan a estas dependencias. Por eso, aconsejan preguntar quién llama y calidad de qué, así como el motivo del contacto. Recuerdan que de la gestión de la baja sólo es responsable el médico de cabecera que la prescribió y la Subdirecció General d’Avaluacions Mèdiques (SGAM), antes ICAM, en calidad de inspección médica.
Los agentes no están obligados a acudir al médico
Este sindicato asegura que los agentes no están obligados a acudir a ese centro médico y recuerdan que, si en el trayecto ara acudir al médico de la DGP se tiene un percance, no se considera accidente de trabajo. Oficialmente, los sindicatos rechazan convocar una “gripe azul” el 21D. En un primer momento se valoró esta medida, que generaba división en las plataformas sindicales. Éstas han consensuado afrontar el 21D con “absoluta profesionalidad”, a pesar de la precariedad laboral en la que se encuentran.
Ayer, en una rueda de prensa conjunta, acusaron al Govern de buscar el conflicto para visualizar que los Mossos no están a la altura. Tal como publicó este diario, el Gobierno español teme que Torra recurra a la asfixia sindical para poder repetir las imágenes del referéndum del 1 de octubre, cuando la pasividad de la cúpula de los Mossos --su exjefe, Josep Lluís Trapero, está procesado por sedición-- forzó la intervención de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Las cargas policiales han sido utilizadas repetidamente por TV3 y los independentistas en su campaña internacional contra el “Estado opresor”.
No caer en la trampa
Los sindicatos se han conjurado para no caer en la trampa del consejero de Interior, Miquel Buch, a quien reprochan su viaje a Waterloo para rendir cuentas con Carles Puigdemont. Creen que esta visita demuestra las prioridades de un departamento que, afirman, menosprecia a sus mossos. Precisamente ayer, el Parlament aprobó una moción del PSC-Units que rechaza "cualquier intento de instrumentalizar" a los Mossos con los votos a favor de todos los grupos excepto de la CUP que rrechazó la propuesta.
La Consejería tiene intención de movilizar a todos sus agentes en lo que se conoce como un dispositivo ágora –tal como se hizo el 1-O y el 14A con motivo de los atentados yihadistas en Barcelona y Cambrils—y eso se traduce en anular las fiestas y ampliar horarios. Por eso la Consejería quiera comprobar exactamente las bajas existentes. Ayer, a cuatro días del 21D, los Mossos desconocían todavía los detalles del dispositivo.