La presidenta del Gobierno, Ana Pastor, ha vuelto a recriminar a los diputados del Congreso el tono utilizado en las intervenciones "La política es construir", ha tenido que advertir tras los insultos vertidos en la Cámara Baja.
Durante la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez para informar de temas como el "brexit" y de la situación en Cataluña. Durante el pleno, Pastor ha pedido silencio en diversas ocasiones y ha vuelto a amagar con supender la sesión.
Defender ideas políticas
"Hay libertad de expresión, pero no hay libertad de insulto", ha destacado la presidenta. Además ha matizado que todas las expresiones despectivas, se recogerán en el diario de sesiones pero con un asterisco para indicar que han sido retiradas.
Según Pastor, los diputados ya son "adultos" como para saber que hacer política es defender sus ideas con la palabra, y ha insistido, "pero no cayendo en el insulto".
Fascista y golpista
En la sesión de hoy, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, ha vuelto a llamar "fascista" a Albert Rivera, después de que el presidente de Ciudadanos se haya referido a los independentistas como "golpistas". Ambas palabras serán retiradas del Diario de Sesiones por considerarlas un insulto.
"De nuevo vamos a ejercer un acto de autodefensa democrática. Es usted un fascista", ha sentenciado Tardà en su intervención.
Antecedentes de Tardà
La polémica se inició en noviembre en el debate de una moción que había planteado el grupo naranja para exigir al Gobierno que avanzara si indultaría o no a los independentistas en prisión preventiva, en aquella sesión Tardà califico a también a Rivera de "fascista".
Tardà matizó que había lanzado el improperio "con profunda tristeza" porque ese tipo de calificativos, según justificaba el diputado independentista, no deberían tener cabida en una sociedad democrática.
En la última sesión
Cabe destacar que en la última sesión de control en la Cámara Baja el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, fue expulsado del hemiciclo. Además se sumó a la polémica la denuncia del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, de un supuesto escupitajo lanzado por un diputado del partido secesionista.
Ya en aquella ocasión, donde también se escuchó la palabra "fascista", Pastor anunció que retiraría del diario de sesiones los descalificativos que habían pronunciado Tardà y Rivera.